No soporto a Jack Frost | MRCJF #2

44. De vuelta a Treno

Rynoa

Por suerte el trineo estaba listo para que fuéramos hacia Treno. No nos demoramos en subir a él, aunque sí hubieron quejas por parte de Conejo, ninguno de nosotros quiso hacerle caso y solo abordamos el nuevo trineo. El ambiente era demasiado tenso, era casi como si se hubieran formado dos bandos, los que querían que me quitara los lentes y los que no tenían problema con que los siguiera tendiendo puestos. Es decir, eran Jack, Bianca y Conejo vs. Los demás.

Sí, Bianca había venido con nosotros a luchar, se supone que antes peleaba, así que, ¿por qué no traerla a una batalla con seres malignos? Sé que tuvo una pequeña discusión con el imbécil de Jack Frost, pero la verdad no me interesó. Mientras no me siguiera molestando todo estaría bien... espero.

―Entonces, ¿cada color significa algo? ―me preguntó Peter Pan luego de que despegamos.

Decidí ignorarlo.

― ¿De qué color viste sus ojos? ―escuché que le susurró Landon a Jack Frost...

Hubiese rodado los ojos por la pregunta tan tonta que Landon acababa de hacer, pero me detuvo el hecho de percatarme que Landon había venido con nosotros. ¿Qué demonios hacía aquí? Se supone que se iba a quedar con Chloe.

― ¡¿Qué haces aquí?! ―le gritó Norte desde el frente del trineo.

―Olvidé que irían a luchar... sólo los seguí ―dijo encogiéndose de hombros.

Este chico es demasiado tonto... e ingenuo.

―Tenemos que regresar para dejarlo ―dijo Tooth.

―Ya no hay tiempo ―respondió Conejo―, tendrá que venir con nosotros.

En ese momento Norte lanzó la esfera y nos transportamos a Treno. Claro que antes de que cruzáramos oí a Landon preguntar―: ¿De qué color eran sus ojos? Ya pues, dime.

Por suerte, Jack Frost no respondió.

Al cruzar la esfera, todo se vio normal, al menos todo lo normal que Treno puede estar. No había señales del clan de los feos, no se veía ningún tipo de conflicto. De hecho, las personas iban tranquilas por las calles.

―No entiendo ―dijo Tooth.

―Según Manny, había un conflicto en Treno, ¿no? Dijo Treno ―preguntó Conejo.

Sandy asintió.

― ¿Manny no te dijo nada? ―le pregunté, ya que, generalmente, Manny hablaba más con Sandy.

Él negó.

―Igual debemos de revisar ―dijo Norte mientras estacionaba el trineo sobre uno de los tejados―. Separémonos.

Todos ya habíamos salido del trineo y estábamos sobre la tierra cuando escuchamos a alguien más hablar.

―Este... ―dijo Landon―, no puedo bajar del tejado...

― ¡¿Por qué diablos viniste?! ―le gritó Conejo.

―Ayúdenme a bajar ―suplicó Landon.

Sandy creó una nube de arena y lo ayudó a alcanzar la tierra.

― ¡Gracias! ― exclamó el pobre diablo de Landon.

―Bien, como decía ―continuó Norte―, será mejor que nos separemos.

En cuanto dijo eso cogí a Night y lo guie por una de las miles de calles que tenía Treno. No iba a dejar que me emparejaran con alguien indeseable. Una vez que estuvimos lejos, nos elevamos para tener una mejor perspectiva del terreno. Por varios minutos ninguno de los dos dijo nada, sorpresivamente, el primero en romper el silencio fue Night.