No soporto a Jack Frost | MRCJF #2

38. La luz de la ventisca

Rynoa

―No deberías de ocultarte ―dijo―, no te hace bien.

No podía distinguir a la persona que me hablaba, era como si su apariencia estuviera distorsionada. Aun así, podía oírla bien, aunque tampoco podía diferenciar si era mujer u hombre, ya que su voz no me daba ninguna pista, era casi como si la escuchara en mi cabeza.

― ¿No me hace bien? ―repetí de forma interrogativa.

―Estás negándote ―me dijo―, y eso es lo que te está haciendo mal.

―No me estoy negando.

Esa persona suspiró, luego alargó sus manos y quitó mis lentes. Aun no entiendo por qué permito que me quiten los lentes.

Tal vez porque esto es un sueño.

Tal vez porque no sé quién es esa persona.

Tal vez porque en el fondo no me importa no tener mis lentes puestos.

―El día en que te aceptes tal y como eres, vas a poder triunfar.

― ¿Triunfar? ¿De qué demonios hablas?

Esa persona colocó una de sus manos sobre mi cabeza y luego la acarició. ―Estás asustada, lo entiendo ―dijo―, pero tienes que entender que no estás sola.

Fruncí el ceño, por primera vez alguien podía verme hacerlo.

―No te molestes, solo trato de ayudarte.

Saqué su mano de mi cabeza bruscamente. ―Ni siquiera sé quién eres. Además, esto es solo un sueño, no significa nada.

―No es un simple sueño.

― ¡Claro que lo es!

Esa persona negó y volvió a acariciar mi cabeza. ―Tú estás soñando, pero yo no soy un producto del sueño, soy un espíritu.

― ¿Espíritu? ¿De qué te encargas?

―No, no soy ese tipo de espíritu, considérame algo así como un fantasma.

― ¿Por qué te apareces en mis sueños? ―volví a apartar su mano de mi cabeza.

Estaba cansada de hablar con esa persona, es decir, no puedo distinguir quien es, y ahora me dice que es un fantasma que aparece en mis sueños sin mi permiso.

―Porque quiero que te muestres tal como eres.

― ¿Quién eres? ―le pregunté―. ¿Por qué te importa lo que yo haga?

―Porque, Ry, eres mi familia.

❄❄❄

Abrí los ojos, mi respiración era agitada y me dolía la cabeza. Cuando me tranquilicé, traté de sentarme, pero no pude, me sentía demasiado débil. Es como si mi cuerpo pesara cien veces más de lo que en verdad pesa. Traté de no preocuparme mucho al respecto, primero tenía que repasar lo que había visto en mi sueño, quería recordarlo todo, pero no podía. Solo tenía presente lo último que me dijo esa persona.

Ry, eres mi familia.

Ese era el fantasma de alguien de mi pasado, de mi vida humana. Y, no lo reconocí.

Desearía poder volver a ese sueño, tengo tantas cosas que preguntarle. Lo primero sería saber si era hombre o mujer, luego, querría saber qué tipo de familiar era. Tal vez era uno de mis padres, o hermanos...