No soporto a Jack Frost | MRCJF #2

5. Segunda estrella a la derecha y todo recto hasta el amanecer

Rynoa

Cuando llegué a Borja, noté que todo estaba lleno de nieve. Obviamente Jack Frost había llegado hace bastante rato. Me pregunto qué diría Norte de esto. Es decir, ni Jack Frost ni yo queremos trabajar en equipo, hemos venido a Borja cada uno por su cuenta. Pero esto no interesa, el trabajo que me han asignado es buscar a Hakutón. Sí, no me importa ni pensar, ni decir su nombre.

Night me había hablado de él, le insistí mucho para que me dijera el nombre del Innombrable, cuando lo hizo me dejó de hablar por varios días.

Supongo que para algunas personas, ese tema era demasiado delicado.

A mí, el tema no me podía importar menos.

❄❄️❄️

Seguí volando por Borja, no veía nada fuera de lo común. Pura nieve, niños jugando en la nieve. Adultos que iban de aquí para allá. Pero nada raro.

¿Qué diablos debo de esperar encontrar? ¿Acaso hay una señal que diga, 'Aquí es la zona de maldad'?

O tal vez es como ese dibujo de la esponja amarilla. Hay un club, donde al entrar me preguntan qué tan ruda soy... ¿debería de buscar la Escupidera de Salty? Tal vez Hakutón es el dueño del club.

―Debería buscar la Escupidera de Salty ―pensé en voz alta.

― ¿Eso no es un dibujo o algo así? ―me preguntó un chico de cabello castaño claro y ojos verdes.

―Sí, lo es.

―Es algo antiguo, ¿no te parece?

―Sí, pero me gusta lo antiguo, lo moderno es aburrido ―respondí―. ¿Quién eres?

― ¿No me reconoces?

―Si te reconociera no te preguntaría quién eres. ¿Eres un espíritu? Si no, no me podrías ver. Eres muy grande para ser un niño que cree.

―Oh, yo creo. Siempre he creído, pero no, no soy un espíritu. Es decir, jamás he muerto.

¿Jamás ha muerto?

Este chico estaba volando, bueno, estaba flotando. Que yo sepa, los humanos no pueden hacerlo, no sin un avión.

― ¿Me vas a decir quién eres? No soy una persona muy paciente.

―Me llamo Peter Pan ―dijo con una sonrisa arrogante.

¿Qué diablos? ¿En serio? ¿Acaso hoy se ha vuelto el día de 'conoce a todos los seres que no crecen de la tierra'?

―Si eres Peter Pan, ¿dónde está Campanita? ―pregunté.

Sabía que existía Peter Pan, pero también sabía que Campanita no se despegaba nunca de su lado. Así que, no le creía.

―Estamos peleados, de hecho, yo estoy peleado. Así que estaba tratando de huir de ella, creo que he tenido éxito, porque no la veo por ningún lado.

Bueno, lo que sea, si es Peter Pan o no, no me interesa.

―Pues bien por ti ―miré a mí alrededor, aún en busca de algo parecido a un club de la maldad, pero seguía sin ver nada. Sería mejor que fuera a investigar más a fondo―. Bueno, me tengo que ir ―le dije.

Me alejé de Peter Pan.

Descendí a una calle poco transitada.

Pasé por callejones oscuros, pero no había absolutamente nada que me dijera que en esta ciudad había maldad. En realidad estaba empezando a buscar un cartel que dijera la Escupidera de Salty y, no era broma.