Extra: Acosando a los guardianes

11.8K 917 1.1K
                                    

Se supone que los guardianes se estaban preparando para enfrentar al clan de los feos, así que fue algo difícil conseguir entrevistarlos. Traté de seguirlos por todo el taller de Norte mientras ellos buscaban sus cosas.

― ¡Hey! ―grité en cuanto divisé a Conejo, quien estaba guardando en una bolsa algunos huevos de pascua―. ¿Me regalarías alguno de esos?

Cuando volteó, sus orejitas se movieron. ― ¿Tu otra vez?

―Sí, yo otra vez, vengo con más preguntas.

―No tengo tiempo ahorita, lo siento ―a pesar de haber dicho "lo siento", no parecía sentirlo.

―Claro que lo tienes, al menos unos minutos.

Conejo suspiró. ― ¿Qué es lo que quieres?

―Quiero hacer unas preguntas y... que me des huevos de pascua.

―No te voy a dar ninguno, además, estos son explosivos ―dijo cruzándose de brazos.

―Ok, bien, ¿qué dices de las preguntas?

― ¿Preguntas? ―dijo otra voz, lo reconocí como León―. ¿Más preguntas?

―Nuevas preguntas ―corregí.

―Genial, tengo tiempo para algunas preguntas ―dijo León.

―No hay tiempo para nada, nos tenemos que ir ―gritó el guardián de la esperanza.

Decidí ignorarlo. ―Bien, León, ya que eres el único agradable por aquí, empezaré contigo. Y, la primera pregunta es ―miré a Conejo de reojo―, ¿te gustaría tener a Conejo como mascota?

― ¡¿Qué?! ―Gritó Conejo, mientras que León empezó a reír.

―No, claro que no ―respondió aun entre risas―, no podría limpiar todos sus desperdicios.

No pude evitar unirme a sus risas.

― ¡Yo no dejo desperdicios! ―gritó Conejo.

―Además, ¿dónde pondría a un animal tan grande? ―continuó León―. No venden jaulas tan grandes, solo las de los zoológicos.

―Los odio a los dos ―gruñó Conejo.

―Y, ¿qué pasaría si Conejo fuera pequeño otra vez? ―volteé hacia Conejo―. ¿Te gustaría ser un pequeño y lindo conejito? Así podrías ser mascota de León.

― ¿Tu inventas todas estas tonterías? ―preguntó él.

―No son tonterías y no, no son mis preguntas, son de tus fans, así que no digas que son tontas preguntas, Conejo malagradecido.

―Uy, se molestó contigo ―se burló León.

Conejo suspiró. ―No, no quiero ser un conejo pequeño otra vez y tampoco quiero ser mascota de nadie.

―Ok, una pregunta que tal vez te guste, si pudieras hacerle lo que sea a Jack, ¿qué le harías?

Conejo sonrió maliciosamente. ―Lo encerraría en un horno.

―Lo volvería una marmota ―respondió León a pesar de que no era una pregunta para él.

― ¡Odio las marmotas! ―gritó Conejo.

―Lo sé ―le dijo León.

― ¿Cómo lo volverías una marmota? ―pregunté.

―No sé, tendría que preguntarle a Rynoa si ella sabe hacer eso, como madre naturaleza debería de poder.

―Lo dudo ―murmuré.

―Yo también lo dudo ―dijo Conejo.

Ambos empezaron a caminar por el pasillo y yo les seguí. ―Entonces, hablando de Rynoa, quería saber, ¿por qué fuiste tan rudo con ella cuando Jack reveló lo de sus ojos?

No soporto a Jack Frost | MRCJF #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora