No soporto a Jack Frost | MRCJF #2

42. No vale la pena

Rynoa

Habían pasado solo dos horas desde que se fueron a repartir los regalos y me hubiese gustado que Night se quedase, no lo había visto por varios días y lo extrañaba. Lo único que quería era a mi mejor amigo, pero no, se tenía que ir con Norte.

Lo peor de todo era que Peter Pan estuvo molestándome todo el tiempo que me quedé en el salón del Globo, es por ello que me fui en cuanto se distrajo. Y fue difícil que se distrajera, de hecho, tuve la ayuda de Landon, quien se había dado cuenta de mi incomodidad. Supongo que algún día le agradeceré.

O... tal vez no.

Estar lejos del salón del Globo y, de todos, era relajante. Caminé por los cálidos y largos pasillos del taller y noté que los duendes no estaban por ningún lado, probablemente los habían encerrado para que no arruinaran nada. No me sorprendería que ese fuera el caso.

Los yetis, en cambio, estaban a plena vista y no dejaban de correr de un lado al otro. Traían regalos entre sus brazos y los ponían en una especie de orden que yo no entendía, pero estoy segura que ellos sí. Supongo que hay una lógica yeti o algo así.

Gracias a su "orden", podían mandar los regalos por un portal, el cual estaba conectado al costal del trineo de Norte.

Sería divertido atravesar el portal y asustarlos, apuesto que Conejo saltaría a los brazos de Robin Hood.

Seguí mi camino, decidiendo no hacer nada, no quería arruinar el trabajo de Norte por una simple broma. Aunque ver a Conejo asustado sería genial.

Como no podía salir del taller -ya saben, por la ventisca y, porque tengo que estar alerta a que el clan de los feos no aparezca-, decidí ir al cuarto donde me he estado quedando durante mis tiempos de recuperación, como cuando Félix me atravesó con una lanza.

Maldito clan de los feos.

Por suerte, el cuarto estaba limpio y desolado.

La parte de que el cuarto estaba desolado era mi favorita. Un cuarto sin Peter Pan es un cuarto feliz.

Me quité las botas, la espada y los lentes ni bien entré al cuarto. Inmediatamente me eché en la cama y quedé profundamente dormida. Lo sé, se supone que debía de estar alerta por si algo pasaba, pero, estoy segura de que despertaré si ese 'algo' sucede.

Esta vez no tuve ningún sueño, pero sí sentía algo extraño, una sensación molesta y desagradable.

No podía descifrar qué era lo que eso significaba, pero lo averiguaré. A veces tengo este tipo de sensaciones, es como una alarma de que algo malo va a pasar. Aunque generalmente eso "malo" que va a pasar es que Night destruye algo de mi palacio, o que Peter Pan se está acercando. Sin embargo, esta vez la sensación es mucho más molesta. Algo muy malo se hará presente.

Espero que no sea Pitch con su tutú negro.

❄❄❄

Desperté porque sentía mucho frio y las sábanas que tenía la cama no eran suficientes. ¿Cómo se le ocurre a Norte poner dos simples sábanas en su taller cuando está en un lugar tan frio? Es decir, sé que cuando las ventanas están cerradas el ambiente es cálido, pero cuando están abiertas, quieres llorar del frio. No sé cómo Jack Frost se soporta a sí mismo.

Busqué la fuente del frio, como lo había pensado, la ventana del cuarto se había abierto. Probablemente la ventisca se había intensificado y eso provocó que la ventana se abriera. Esperaba que los del trineo estuviesen bien.

―Deberías tener más cuidado ―dijo una voz desde fuera de la ventana, lo cual me tomó totalmente desprevenida.

Lo bueno era que no sonaba a Pitch.