No soporto a Jack Frost | MRCJF #2

Epílogo

27 años después

Rynoa

—Es un bacalao.

Rodé los ojos, burlándome de la expresión que ella traía. —Pero lo amas de todas formas.

—Bueno, tú también amas a un bacalao —respondió cruzándose de brazos.

Fruncí el ceño. —Jack no es un bacalao, es un idiota.

—Es lo mismo, Ry, es lo mismo.

Tink y yo nos habíamos vuelto bastante cercanas con el pasar de los años. Hemos pasado muchas cosas juntas. Incluso estuve junto a ella cuando visitamos a Manny para que le permitiera tener el tamaño de un humano otra vez. Tink quería sorprender a Peter Pan (aun no puedo llamarlo solo por su primer nombre), habían estado saliendo por diez años, luego de que él le pidiera perdón cada hora de cada día por al menos dos años.

Manny, por suerte, no se negó y le concedió a Tink su deseo. Peter Pan no podía creer que Tink había recobrado el tamaño de un humano, tuve que irme antes de presenciar el acto de lo mucho que se amaban.

—No puedo creer que Peter sea tan... tan Peter.

—Ese sí que es un gran insulto, le ganó a bacalao e idiota —me burlé.

—Hablo en serio, Ry, ¿cómo se pudo olvidar de nuestro aniversario? —gruñó.

Tink había llegado al palacio hecha un mar de lágrimas. La razón era Peter Pan, quien no se había aparecido en todo el día, justo en su aniversario. Ahora, Tink, ya no estaba triste, estaba furiosa, tanto así que le conté que podía lanzarlo por el agujero de la muerte (ahora ya tenía bastantes anclas guardadas en un closet cercano a la ventana) y aceptó.

—Ya sabes que Peter Pan no es mi persona favorita, pero él te ama y sé que no se ha olvidado de su aniversario. No a propósito —agregué—, algo debe haber ocurrido.

—En realidad, él te está buscando. —Jack apareció por la ventana donde anteriormente había caído con un ancla atado a sus pies (esa es una larga historia)—. Te ha estado buscando por todos lados, incluso fue al taller de Norte, la Madriguera de Conejo y la casa de Landon.

—¿Por qué me está buscando? Él sabía que estaría en Neverland.

Jack se encogió de hombros. —Lo acabo de ver en la Madriguera y está histérico, dice que te ha buscado por horas.

Tink se cruzó de brazos, tratando de descifrar si Jack decía la verdad o no. Al final asintió y se fue de mi palacio, claro que estaba refunfuñando mientras salía volando por la ventana. Peter Pan es tan devoto a Tink que es imposible que se olvidara de una fecha tan importante, por eso fue raro que ella viniese llorando en primer lugar.

—¿Qué pasó en realidad? —le pregunté a Jack una vez que Tink estuvo fuera de vista. Sabía que él había ocultado información, podía leerlo fácilmente.

—Peter le ha preparado una sorpresa; pero cuando fue a buscarla a Neverland y no la encontró, casi se muere. Las sirenas le dijeron que ella se fue llorando, así que la ha buscado en todos lados. Me pareció extraño que no viniera acá. A pesar de que tu aún le quieras pegar cuando lo ves, es obvio que Tink estaría en el palacio.

—Él no debió desaparecer todo el día en primer lugar y, si es un cobarde para venir a buscarla a mi palacio, tal vez él no la merezca.

Me crucé de brazos. Peter Pan amaba a Tink, pero a veces hacía idioteces o «bacaladeces» como le dice Tink. Hasta a mí me dan ganas de ahorcarlo, de atarlo a un ancla y no ayudarlo a escapar.