No soporto a Jack Frost | MRCJF #2

45. Imposible

Rynoa

La explosión había ocurrido en la plaza principal de Treno. Cuando llegamos había una niebla que la envolvía, podía notar algunas siluetas, más de las que podían conformar nuestro grupo.

―Esto tiene que ser obra de Pitch ―dijo Norte.

―Da igual quién es el responsable, tenemos que contraatacar ―le dije.

En ese momento salieron varias armas de la niebla, todas dirigidas hacia nosotros. No tuvimos problemas en esquivarlas todas, pero sí tendríamos problemas con los responsables que los mandaron.

―Osseus ―dijo Night.

― ¿Osseus? ―preguntó Landon―. ¿Qué son?

―Malas noticias ―le respondió Tooth―. Será mejor que te quedes aquí, no creo que podamos protegerte si vienes con nosotros.

― ¿Me van a dejar aquí? ―Landon sonaba asustado.

―Debiste pensar dos veces antes de venir ―le dije―. Tranquilo, no pasará nada... ―espero.

Descendimos a la plaza logrando esquivar todas las armas que salían de la niebla a atacarnos. Pero en cuanto tocamos el suelo aparecieron más Osseus, al menos cada uno tenía que pelear con diez.

Malditos esqueletos andantes, los detesto.

Luché con cada uno de ellos, pero cada vez que mataba a uno, aparecían otros. Esto es de nunca acabar. Lo peor es que Félix tiene que estar por aquí en algún lado, controlándolos, y no lo puedo ver por la maldita niebla que es de Pitch, quien también tiene que estar aquí. Si tan solo hubiesen menos Osseus podría tratar de disipar la niebla, sé que si me concentro puedo al menos hacerla menos densa.

Bien, solo tengo que tratar de matarlos a todos con un ataque para que me dejen en paz.

―No querida, no podrá con todos a la vez.

Esa es la voz del feo #1.

― ¿Cuántas veces tengo que decirte que no soy feo?

La densa neblina impedía que lo viera, aunque no me quejo mucho, porque verle la cara no es algo que quisiera.

―Da igual que me digas que no eres feo, eso no quita que no sea verdad.

―Veo que ya no te inmuta el hecho de que pueda leer tus pensamientos.

―Supongo que no voy a luchar contra eso si es inevitable ―dije encogiéndome de hombros.

―Me alegra que hayas recapacitado.

― ¿Recapacitar? ―repetí―. No, simplemente haré desaparecer la neblina para que dejes de leer mis pensamientos.

―Suerte con eso ―dijo.

Dejó de hablar y tomé eso como que se había alejado de mí. Ahora estaba sola, ningún Osseu me atacaba. Era mi oportunidad para hacer desaparecer la niebla. Así que, me concentré y empecé a acumular todas las partículas de esta en una esfera; sin embargo, no pude llegar muy lejos, ya que algo me golpeó la cabeza.

― ¿En verdad pensaste que te dejaría sola? ―me preguntó Pitch.

―Tuve fe ―respondí mientras me ponía de pie.

Esta vez Pitch sí estaba frente a mí, tenía una gran sonrisa en el rostro, lo cual hacía que mis ganas de golpearle incrementaran.

―Rynoa, eres tan ilusa ―alzó una mano y con arena negra formó una especie de espada.