84 | Derek Hale

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¿Qué tenía de malo salir a una fiesta siendo mujer lobo? Nada. Por eso, cuando Liam y yo dijimos que iríamos a una fiesta de mi universidad todos se asombraron.

Liam no era de salir, o al menos sin Mason, y yo había reducido mis dosis de fiestas desde que Derek Hale me mordió convirtiéndome en mujer lobo. Pero este caso en particular donde mi mejor amiga festejaba su cumpleaños era el momento para volver al ruedo.

Extrañaba la sensación de risa y felicidad que me ofrecía una buena canción y un vaso con bebida fría.

¿A quien no le gusta sentirse en las nubes por un momento? Que absolutamente todo parezca buena idea, hasta lo ilegal.

—Scott y Derek van a matarnos si se enteran.

Con una sonrisa en mi rostro lo abracé por los hombros.

—Lo harán... si se enteran. Y yo no voy a decirles, y aquí nadie los conoce, así que todo queda en ti, Dunbar. ¿Quieres hacerlo o no?

Liam me mira con duda, pero distingo aquel brillo de travesura en sus ojos. Vamos, que es un adolescente de dieciocho años, en su vida estas experiencias serán una gran anécdota.

—Está bien, lo haré.

—¡Esoo! —Festeja Sasha, mi mejor amiga, entregándole una botella de tequila—. Iré yo primero.

Pasamos el alambrado roto con facilidad, Liam estaba un poco nervioso pero luego se fue acostumbrando a la música alta y el tumulto de personas bebiendo y fumando.

Jamás hubiera imaginado que una escuela seria tan divertida de noche, en Beacon Hills solo significaban peligro.

—Ten —le entrego a Dunbar un vaso con vodka y exprimido de naranja.

—No podemos emborracharnos, recuerdas ese pequeño gran detalle ¿cierto? —dice burlon, aún así acepta el vaso.

—Despacio, no te apures a beber, apenas comenzamos —advierto ignorando lo que dijo.

La música sonaba tan fuerte endulzando mis oídos. Bailaba junto a Sasha y Joel entre risas y saltos. Poco a poco, Liam fue sumándose y notándose más suelto.

—¡Fondo, fondo, fondo! —Coreaba mi alrededor mientras bebía un vaso grande del mismo trago que Liam.

El gusto dulce y refrescante no calmaba mi sed, y por el gran calor que hacía en el salón de la escuela, mis ganas de beber aumentaban.

Y sabía que mi perdición estaba iniciando cuando Sasha apareció con la botella de tequila y vasos que simulaban ser shots.

—¡Por mis veintidós, perras!

Todos hicimos una mueca al sentir el ardor de nuestras gargantas, esa mierda si que era fuerte.

—Cirse... —Liam me toma de los hombros y me hace mirarlo fijamente—. Creo... creo que estoy borracho.

Su sonrisita tímida me causa felicidad, y sin poder evitarlo comienzo a reírme junto a él.

—¿Cómo es posible? —pregunta confundido.

—Para mi sorpresa, cuando comencé la universidad, la persona que es Dj esta noche es como nosotros e hizo unos ajustes en sus equipos para poder sentirse borracho... —Explique, tratando de no divagar y no distraerme con la música—. Igual, tranquilo, en cuanto nos vayamos y la música acabe el efecto desaparece.

Liam asiente y cuando creo que me va a hablar comienza a cantar a todo pulmón con una sonrisa en el rosto. 

The Nights de Avicii suena y vuelve loco a todos, incluyéndome.

Teen Wolf One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora