55 | Liam Dunbar

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Miedo. Aquella desagrada le sensación que nos abarca cuando nos sentimos amenazados o en peligro, real o imaginario. La máxima expresión del miedo es el terror.

Abro mis ojos y lo único que veo es oscuridad. Una oscuridad intensa y cegadora, aquella en la tu cabeza empieza a jugarte en contra y los peores escenarios se reproducen.

Estaba sentada en algo cálido pero a la vez frío, hacia frío. Giro mi cabeza hacia todos lados intentando ver algo de luz, algo que pueda usar para guiarme.

¿Dónde estaba? ¿Cómo había llegado aquí?

No recordaba haber caminado, ni siquiera el haber salido de mi habitación.
Me paro lentamente de la superficie y noto que estoy descalza, el piso estaba frío y parecía ser de cemento.

Inconscientemente me empiezo a poner nerviosa, no se escuchaba absolutamente nada pero tenia una mala sensación. Aquella en la que sientes que hay alguien atrás tuyo, aquella sensación de pánico, como cuando sales de una habitación oscura y tienes miedo que algo esté detrás de ti a punto de agarrarte. Era exactamente igual.

Mi respiración empieza a ser más rápido y cierro los ojos fuertemente, doy un paso y siento algo arrastrándose atrás mío, como si se moviera al mismo tiempo que yo.
Trago saliva sintiendo mi corazón latir frenéticamente, un escalofrío recorre mi cuerpo entero y cierro mis manos en puños.

Sara…

No, no, no.

Sara…

Doy otro paso y, aún llena de miedo, estiro mis manos intentando encontrar algo: una pared o puerta, una salida.

Sara…

—¿Quién anda ahí? —La voz me tiembla y trato de ahogar un sollozo.

Abre los ojos, Sara…

—¡Ayuda! —grito cuando algo roza mi hombro y mi piel arde.

Sara…

Sara… Abre los ojos.

—¡Basta!

Mírame… ¡Cuídalo, no deben verlo!

—¡Auxilio! ¡Liam! ¡Scott!

Sara, abre los ojos…

—¡No! —llevo mis manos a mis oídos tratando de taparlos, pequeñas lagrimas bajan por mis mejillas y siento miedo.

Terror.

Tienes que saber Sara…

Sara…

Pego un pequeño salto cuando algo toma mi pierna e intenta arrastrarme, desorientada empiezo a moverme, de un lado a otro intentando chocar contra una pared pero parece ser imposible.

Como si estuviera en un espacio abierto.

Abre los ojos… ¡Sara!

Un grito ajeno me hace caer de rodillas y chillo por el dolor en mis oídos.

¡Mírame! ¡No dejes que lo vean!

—¿¡A quién!?

¡No dejes que lo vean!

El ruido de un timbre suena fuertemente y siento un líquido caliente bajar por mi oído.

¡Sara!

¡No dejes que lo vean!

¡Sara!

—¡Sara!

Teen Wolf One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora