Teen Wolf One Shots

28| Jordan Parrish

La música sonaba por los enormes parlantes. La gente a nuestro alrededor bailaba y cantaba al ritmo de Soda Stereo.

Estaba sentada al lado de Parrish. Este mirana su celular sin prestar atención a lo que ocurría a su alrededor.

Lydia estaba abrazada a Stiles y cantaba, los veía reír y envidiaba su relación. Scott se había ido al centro de la pista siguiendo a Malia, quien fue a bailar.

Mientras que yo, me quedé hablando con Liam. Él único que parecía querer escucharme, aún que lo acababa de conocer.

Cuando la canción cambia y los gritos se escuchan, miró como Liam se levanta e inclina su cabeza hacia la pista.

Asiento y me doy vuelta hacia mi novio.

- ¿Vamos a bailar? - le pregunto dándole un beso en la mejilla.

Parrish no despega la mirada del celular aún cuando niega con la cabeza. - Estoy bien aquí.

Lo miro seria, saco su mano de mi muslo y me paro del asiento. Liam aun me esperaba de pie.

Tomo su mano y camino hacia la multitud de gente.
La música parecía sonar con más intensidad, se sentía la densidad de los cuerpos que se rozaban.

No me molesté en darme la vuelta haber si Jordan estaba mirando. Estos últimos días estuvo idiota, parecía que la única que se interesaba en mantener la relación en pie, era yo.

Y una relación es de dos.

Estaba dando de mí, sin recibir nada.

Empecé a mover mi cuerpo, el cuál estaba cerca de Liam. Si Parrish se tomaba la relación como si fuera nada, yo también lo haría. A la mente se me vinieron las imágenes de como mi propio novio miraba a la chica de la barra.

Yo tambié puedo jugar.

Moví mi cabeza al ritmo de la canción, Lamento Boliviano de Enanitos Verdes empezó a sonar fuertemente.

La gente a mi alrededor se emocionó de más y empezaron a mover sus cuerpos.

Las manos del beta terminaron en mi cintura.

Y hoy estoy aquí
Borracho y loco
Y mi corazón idiota
Siempre brillará

Y yo te amaré
Te amaré por siempre
Nena no te peines en la cama
Que los viajantes se van a atrasar...

Mi cuerpo se apego más al suyo, aunque trate de separarme, las manos de Liam me lo impedían.

La letra de la canción me hacía acordar a mi relación, la cuál dudo que sea larga.

Movía mi cuerpo al ritmo del instrumental. Nuestros rostros se habían acercado lo suficiente para que nuestro alientos se mezclaran.

Cuando cerré mis ojos para conectar nuestros labios. Sentí como una mano se aferraba a mi hombro y suavemente me tiraba hacia atrás, segundos después unos labios se fundieron con los míos.

No necesitaba saber quién era. Su perfume lo delataba.

Sus manos buscaron las mías, las agarraron y las llevaron hacia la zona de su cuello. Volvieron a bajar y se posicionaron en mi cintura, pegandome a su pecho.

Era increíble como me contradecía yo misma.

Él efecto que Parrish poseía sobre mí, ese efecto, que más de una vez Scott lo llamó amor, me hacía tragar mi orgullo.