Teen Wolf One Shots

57 | Theo Raeken

Pedido de: Chiarulamejor. ¡Espero que te guste mucho!

¡SMUT!
(Se recomienda escuchar "Love is a bitch" y varias canciones del mismo autor)

¡Espero y les guste!

Me río divertida al sentir como Theo deja suave besos en mi cuello, sus manos se deslizan por mi cintura y pega mi espalda contra su pecho.

—Theo... —advierto con la voz baja cuando él se apoya en el borde de la mesa y me pega a su cuerpo.

—¿Qué? —pregunta haciéndose el desentendido y vuelve a esconder su rostro para dejar suaves besos.

—Aquí no —digo sin más para alejarme y sonreír disimuladamente a nuestros amigos.

Era sábado a la noche en un hotel a las afueras de Beacon, habíamos cenada con una pareja amiga, Toby y Annie, y ahora nos encontrábamos jugando billar en la pequeña sala del edificio.

Nos estábamos divirtiendo, apenas habían pasado unos veinte minutos desde que empezamos a jugar y las bebidas habían empezado a correr. De tal manera que Annie se reía por cualquier cosa y estaba errando a las bolas rayadas.

Jugábamos en pareja, y para nuestra suerte, íbamos ganando. Era mi turno de tirar, llevábamos la ventaja de tres bolas, y tenía la vista fija en  en la número cinco, que luego de varios tiros había quedado en una posición fácil.

Tomo el palo entre mis manos y rodeo la mesa buscando la mejor posición, me agacho sintiendo como la tela de mi vestido se alzaba y dándole una buena vista de mi escote a Theo.

Sonrío al ver como traga saliva y se acomoda la zona de su entrepierna, ni siquiera estando con amigos era capaz de comportarse.

—¡Oh, eres muy buena! —dice Annie alegre al ver mi tiro, sonrío sin responderle.

Theo camina hacia mí y acerca su rostro a mi oído, su aliento caliente acaricia el lóbulo de mi oreja y siento como mi cuerpo se estremece. Aprieto el agarre en el palo de billar y trato de concentrarme en buscar la bola para el siguiente tiro.

—Podrías darle a la amarilla... —dice señalando a una esquina, frunzo mi ceño y lo pienso, no era un tiro limpio— O podríamos ir a la habitación... Ellos ni siquiera lo notarían —añade señalando a la pareja que se besa sin parar a un costado.

Muerdo el interior de mi cachete haciendo el intento de no sonreír, Toby y Annie estaban lo suficiente alegres que ni siquiera les interesaba seguir jugando. Y mientras que la pareja conversaba animadamente entre sí, Theo entrelaza nuestras manos y dice:

—Iremos por bebidas.

—¡Genial! ¡Los esperamos!

Me río internamente y me dejo guiar, salimos de la sala hasta caminar hasta el ascensor. Sentía un pequeño revoltijo en el vientre al ver la mirada brillosa que tenía mi novio, era increíble lo persuasivo que podía ser a veces.