Capítulo 20: Monstruos II

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Durante la tarde del día en el que Chris había destrozado corazones y matado ilusiones, regresó a casa solo. A propósito, perdió de vista a las chicas, porque no podía mirarlas a la cara y explicarles lo que era ser de lo peor.



En casa, apenas estuvo pocos minutos y egresó de inmediato, para deambular como un vagabundo martirizado por la calles más solitarias del pueblo, donde eras más fácil ser abatido por los sentimientos, sin importar cuales fueran.



No tenía un destino de llegada, ni uno calculado por recorrer; emprendía una ruta hasta cansarse por completo, y que sus pies dolieron e hincharan hasta más no poder. Pero inconsciente de lo que tenía enfrente, transitaba la calle principal Bershville, cual conducía a la casa de Tom.



Mientras hacía su recorrido, fue sorprendido por la bocina de un auto que se acercaba a gran velocidad tras su espalda, pareciendo que lo impactaría.



-¡Chris, sube al auto! -gritó Deborah desde aquel.



-Necesito estar solo por favor -pidió.



-Se trata de Tom.



-¿Qué sucede con Tom? -preguntó alterado mientras se subía al auto.



El nombre influyó de la manera que Deborah esperaba.



-¡Mira! -Angela le dio su celular.



-¿Que he hecho? -La expresión de Chris se aterrorizó-. ¡Conduce rápido! -desesperó.



El extraño video que había hecho el director, donde lo hacía Chris el único culpable de que ese video se filtrara a las redes, había volcado también a Heaven Grim. Pero eso era lo de menos, en el video aparecía sujetando un arma, con la que era muy claro su mensaje y hasta donde llegaría.



-"Acabo de perderlo todo. Mi trabajo, mi familia, mi reputación, todo. Solo fue necesario cruzarme en el camino de Chris Corewell, e hizo en un segundo que mi vida se pulverizara. No tengo nada, la gente me odia, ya no hay vida en la vida que tengo. No la hay".

Deborah arrancó sin descuido. Veían que en el camino gente que parecía acercarse, y fuera de casa de Tom había una discreta aglomeración. Al llegar, bajaron del auto y desde ahí fuera no lograban ver la presencia de Tom, estaba encerrado. Deborah entró de nuevo a su auto, le dio reversa y aceleró hacia el frente, arremetiendo contra la puerta de la casa, sin rodeos. Los chicos entraron apresurados hasta la sala.



Tom estaba ahí, a punto de apretar ese gatillo.



-¡No! ¡Baja esa arma! -gritó Chris a poco metros mientras era sujetado por las chicas para que no se acercara de más. Tom estaba perdido, parecía capaz de muchas cosas, y ninguna apuntaba un buen final.



-¿Que hacen ustedes aquí? -enfurió.



-Solo quiero hablar -Le aclaró Chris con un mirar tan preocupado.



-¿Hablar? Nuestras charla acabó cuando te dije que hicieras lo que quisieras con tú video. -Tom se quedó pensativo por un segundo, ordenaba su fárrago-. Ustedes grabaron ese video -regresó de su nublamente.



Apuntó su arma hacia los chicos, directamente en Chris. Los tres se exaltaron. Amenazaba sus vidas con la mirada.



-No hagas algo de lo que te puedas arrepentir -reaccionó Angela temblorosa de miedo.



-De lo único que me arrepiento es de haber cedido a la seducción de una pequeña alimaña -aseguró Tom con tanto desprecio y repudio.



-¡Está bien! ¡Si quieres dispararme, hazlo! -exclamó Chris tan seguro de sus enunciados. También había perdido el juicio.

LO MEJOR ES CALLAR: Deseo de Justicia [4to BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora