Capítulo 47: Víctimas de los desaciertos

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(Un mes después...)



Peculiar tarde abismada en el gélido clima de toda la ciudad, en la que Angela junto a Deborah optaron por visitar el cementerio del pueblo. Las puertas de aquel reino eran gigantes como las de una fortaleza, rejas negras de gran grosor y puntiagudas en la cumbre de su final, con letras sobresalientes en color plateado que figuraban su nombre en lo alto, "Blessed Souls". Alucinante y escalofriante a la vez se apercibía el lugar.



La chicas movilizadas entre la túrdiga tiniebla buscaban llegar a la tumba indicada. Cuando esta se encontró a sus pies, el frío se volvió más exacerbado, y las lúgubre de sus semblantes se terció en un calvario emocional de afligidos sinsabores. El ramo de claveles blancos que traía Deborah en sus manos, tenía un faz de destello y penuria, tan tristes como sinónimo de vida y muerte. -Estas son sus favoritas -mencionó.



-¿A quién no? Los claveles son de gusto general -refirió Angela con la voz algo perdida...



(En el presente...)



Los días habían continuado con su indiferente rumbo, y todo seguía igual para los tres adolescentes con el alma destruida.



-Ha pasado una semana desde que Chris quedó en coma, y empiezo a perder todas las esperanzas. Se que aún es muy pronto como para darme por vencida, pero es difícil, e imaginar lo que atraviesan sus padres mes es más doloroso -declaró Angela a un lado de Harry.



Se encontraban en ese mismo asiento fuera del Hospital, en donde se besaron la otra noche. Recién empezaba el día, ella junto a Deborah pasaron a ver el estado de Chris, como cada día, esta vez por la mañana, al ser un fin de semana.



-La esperanza es lo último que se pierde -resaltó Harry.



-¿Lo último? ¿Entonces así pasen meses o años deberé seguir esperanzada?



-No pierdes nada con hacerlo -sonrió mientras tomaba su mano.



-Angela, en un momento nos dejarán pasar -exclamó Deborah detrás de ellos-. ¡Hola Harry!



-¡Hola, Deborah! -replicó él. A la vez Deborah regresaba adentro del Hospital.



Angela se levantó algo incómoda al no saber como despedirse. Apenas dos días antes, Harry le había pedido formalizar lo que sentían, solo hubo un par de besos desde esa tarde, y en un lugar totalmente privado.



-¿Nos vemos luego? -preguntó Harry.



-Solo si quieres.



Este le sonrió como un adolescente enamorado, tan encantado como en un primer noviazgo. Se le estaba volviendo muy usual la sequedad inexpresiva de Angela, pareciendo desinteresada pero bastante enamorada a la vez. Ella lo tomó de su camisa siendo un poco atrevida, y a su sonrisa se la quitó con un beso tan cálido como la mañana.



-Existe la posibilidad de que seas arrestado por salir conmigo -mencionó Angela mirando a su alrededor.



-Lo sé. Tal vez por eso no deberías besarme en lugares tan públicos. -La rodeó Harry por la cintura con sus grandes brazos, haciendo que sus cuerpos quedaran tan juntos.



-Al parecer la mujer de allá nos estás tomando fotos -indicó Angela preocupada, mirando detrás de Harry.



Él la soltó de inmediato, miró a su espalda, a un lado, a todos los lados. No había nadie cerca. Angela mantenía una sonrisa tan burlesca como lo que acababa de hacer.

LO MEJOR ES CALLAR: Deseo de Justicia [4to BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora