Capítulo 27: ¡Pobres mártir!

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En el patio de la casa Benson, Chris iba de regreso a la cocina cuando justo enfrente, estaba Daniel quien salía al mismo patio. Se miraron sin mover ni un solo músculo, era tan incómoda la situación. La mirada de Chris se doblegó ante sus sentimientos de tristeza y culpa. Daniel en cambio, parecía no sentir, hasta exasperó una sonrisa tan hipócrita.



-Pensé que estas fiestas no eran de tu tipo -dijo Chris cesando sus emociones.



-Lo mismo pensé de ti. Pero ya sabemos que nada es lo que parece. -Daniel caminó hacia delante, quedando muy cerca de Chris.



-Si, ¿no? Somos un ejemplo perfecto.



-¡Vaya que sí! -Una risa sarcástica salió de su boca-. A mi me definían como una escoria humana, y a ti como un arrogante que llevaba una peculiar dulzura en su interior -declaró con una mirada lastimosa-. Al final, la escoria no era de lo peor; y la dulzura, era una total intoxicación.



-¡Mmm! Califico como ocho de diez a tú interesante descripción metafórica -enfatizó Chris-. Créeme que eso fue lo mejor que nos pudo haber pasado -susurró mientras pensó marcharse...



En la cocina, Angela buscaba más whisky puro con un par de cubos de hielo. En ella, solo había un chico extraño que parecía no tan complacido de estar ahí.



-La noche no es la mejor de todas -mencionó Angela dirigiéndose hacia él, a su espalda.



Al dar éste el frente, le dio una sonrisa cautivadora. Angela también sonrió, pero parecía más cautivada por su extraño mirar. Sus ojos poseían el más bello suspenso y el poder suficiente para desnudar su alma con sagacidad, no era un romance lo que veía en él, sino encarnación de venialidad apasionada.



-Es una noche muy aburrida la verdad -dijo éste.



-Sí, y el que pienses así, me hace decir que eres de los pocos sensatos que hay en esta casa -sonreía con su dulce ser.



-Y yo diría que no solo eres la chica más guapa de aquí, sino también de las pocas con inteligencia -aclaró él muchacho.



Le pusieron un alto al coqueteo, y sus bocas se dieron un mutuo aperitivo. Ambos se veían sedientos el uno por el otro. El extraño, puso una delicada rudeza en sus manos y arrinconó el cuerpo de Angela sobre el mesón. Esta se tomó de él con una mano fuertemente sobre su protuberante espalda, y con la otra le frotaba su cabello en desabridos movimientos rumbo al excitante consumar. Repentina y desmedida situación.



De pronto Angela notó que Chris y Daniel se encontraba en el patio, parecían discutir desde su vista, lo que la interrumpió de los minutos de deseo y zaceo de su cuerpo...



Daniel lo tomó fuertemente del brazo a Chris cuando este se iría, sin girar su torso, ni su rostro, Daniel fue muy brusco.



-Debes sentirte tan infeliz, como para sabotear algo que ambos sabíamos, nos hacía tan feliz. -Ahora fue el quien susurraba, pero con palabras especialmente cubiertas de espinas de acero-. Pobre Chris -liberó una vez más el sarcasmo-, eres un mártir deambulando en la miseria de su propia alma, eso, se ha de sentir mil veces peor que un corazón desilusionado -concluyó.



Sin duda lo que dijo era la verdad. Chris luchaba por no desmoronar, pero escucharlo de alguien que quieres, se sentía mucho peor. Por más que las palabras de Daniel fueron susurradas, se escuchó lo suficiente fuerte como para llegar a los oídos de Angela, que se encontraba de pie en la puerta que enlazaba a la cocina con el patio.



Chris dejó salir una lágrima que rodó por la suave piel de su rostro, dejando la cruel marca de su recorrido desde su lagrimal hasta su mentón.

LO MEJOR ES CALLAR: Deseo de Justicia [4to BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora