Capítulo 39: Apostando por el más ingenuo II

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Minutos antes, mientras las chicas ingresaban al reformatorio. Angela le explicó a Deborah todo lo que harían, algo rápido y sencillo, con más improvisación que metodología.

—Te dije que no era el indicado —expresó Angela enojada hacia Deborah, después del comentario de Matthew—. Sabía que era mejor recurrir a Blake, él parecía más confiable—. Angela se levantó de la mesa.

Deborah tomó su brazo de inmediato. —Y yo te dije que él era el más indicado para merecerse salir en un año —soltó Deborah hincando con la mirada a Angela.

—¿Qué acabas de decir? —interrogó Matthew muy interesado de pronto.

Angela templó el brazo de Deborah con intenciones de aún marcharse. Esta otra la detuvo con más fuerza, e hizo que se volviera a sentar.

—Mira Matthew —enfatizó Deborah—. Existe una forma de hacer que salgas de aquí, en máximo dos años, muy seguro menos.

Matthew se burló. —Eso no es posible.

—Por el contrario, es tan posible cuando tu abogado penalista es un joven exitoso, que ha ya sacado de la cárcel a criminales peores —sonrió Deborah convincente—, además, de que es el hijo de un importante empresario, dueño de la Industria Petrolera Smith. ¿La conoces?

—¡Por supuesto! Es el padre de Angela el dueño —respondió Matthew confundido.

—Jason, su hermano, él de ahí —apuntó Deborah con su dedo, al inexpresivo Jason, afuera de la sala esperando por ellas—. Él es como el abogado de los malos, y está seguro de que hará que salgas de este lugar, más temprano que tarde.

Sacó Deborah unos papeles del bolso de Angela. Los colocó sobre la mesa y los giró hacia Matthew.

—Solo para que nos creas, lee el documento. —Le sugirió.

Eras los papeles en donde Jason aceptaba ser su abogado, solo si antes, éste se lo permitía. Constaba incluso, la firma del mismo Jason en la parte baja al final del documento. Los detalles que se comprendía en la hoja era claros y refutables. Parecían darle mucha credibilidad a lo que las chicas aseguraban.

—Aún no han dicho que es lo que quieren —refirió Matthew.

—¡Fácil! —Esta vez dijo Angela—. Queremos a tú Entrenador.

—¿El Entrenador de Básquet?

—No hagas esa cara Matthew, tanto tú como nosotras, sabemos muy bien que Manuel Gonzales está involucrado en la red —Angela no perdía tiempo para expresarse, ni su mirada era evasiva, por el contrario, era inquirente y precisa.

—La verdad es que yo no tengo ni idea de dónde puedan haber pruebas en su contra. Sus videos no fueron comercializados. El único que conocía de los videos que él hacía, era Chase  —declaró Matthew.

Las chicas no le creían en lo absoluto. Algo tenía que saber, por más pequeño que fuera, así sea una sola una minúscula pistas, o sospechosa.

—¡Bien! Si no quieres decir nada, es tu problema. Hay tres aparte de ti, que podrían llegar a ser más inteligente —resaltó Angela enojada—. Solo estoy aquí por Deborah.

—No seas tono Matthew —decretó Deborah—. Te parece justo que tú estés aquí en un reformatorio, mientras Manuel está fuera, viviendo su vida como si nada. Esto es lo mejor para ti —Deborah tomó sutilmente su mano—, muy pronto cumplirás dieciocho y te trasladarán a un Centro Penitenciario con criminales muy aterradores.

Matthew alejó sus manos de las de Deborah, despectivo de la situación, mencionó: —No hagas eso.

Recogió Deborah sus manos. —Deja que el hermano de Angela te ayude, no pierdes nada —parecía rogarle—. Él te mantendrá aquí, hasta que te haga salir con una libertad condicional, o por mínimo, con un arresto domiciliario. Y la ayuda que nos des ahora, servirá para tu expediente.

LO MEJOR ES CALLAR: Deseo de Justicia [4to BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora