Capítulo 30: Dichosa victoria

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Cinco de la mañana sonaron retumbantes las alarmas en los celulares de los chicos. Detestables sonidos con tanta efectividad que los levantó de inmediato. Lo primero que hicieron fue repasar el orden cronológico en el que harían cada uno su parte del plan orquestado. Tomaron sus cosas y salieron de la cabaña con los vestuarios que tomaron prestados de aquella. Deborah dejo a los chicos en su casa, y desde ese momento el plan iniciaba.



Chris, se encargó de hablar con la cantidad que le fuese posible, de las chicas víctimas del ultraje de los nefastos. Les explicó a detalles lo que sucedía, y les pidió con amabilidad, que se esperaran el tiempo necesario para proceder con una protesta en el colegio, que él planeaba liderar. Mientras se cambiaba y arreglaba, continuó contactándose con otras más.



Por su parte, Angela, se arregló mucho mas rápido de lo que últimamente lo hacía, y se encargó de llamar a la policía. Para que estos se acataran a sus ordenes, y al momento exacto en el que ella requería de su intervención. Se otorgó algunos detalles, asegurando que se los daría en el colegio, no antes, solo una vez que ella se entrevistara con los encargados de apresar a los involucrados.



Deborah en cambio, se contactó con la nueva directora del colegio, Samantha Pierce. Le explicó la situación en la que él colegio se vería inmerso, así que le pidió prepararse tanto de forma profesional, como mental. Deborah le dio sus nombres completos, y le dijo que llegaría con ella antes de que empezaran las clases.



Para agilizar las cosas, lo chicos llegaron por separado, Deborah se cruzó en la entrada con Angela, y siguió a la oficina de la directora de inmediato. Al llegar, esta se encontraba con las otras autoridades del colegio.



-¡Bueno día! -exclamó Deborah.



-¡Buenos días, joven! -contestaron los presentes.



-Espero que no se trate de una confabulación de enemistades adolecentes, Señorita Santini -agregó la directora, con seriedad.



-¿En serio cree que jugaría con algo como lo que le dije por teléfono? -cuestionó Deborah un poco enojada.



-No lo sé, jovencita. Su expediente no es tan intachable que digamos.



-¿Y cree conocerme por un tonto expediente estudiantil? -Se acercó a la directora, siendo muy confrontante.



-Cuide el tono con el que me habla, o la retiraré de mi oficina -elevó la directora su voz, exasperado una risa impotente.



-Cuando le de las pruebas necesarias de lo que hablo, le juro que usted y cada uno de los presentes, odiaran con todas sus fuerzas a los perpetradores de los actos que declaré. -Su mirada fundía seguridad y furia...



Fuera del colegio, Angela se entrevistaba con dos oficiales de policía. Se veía desafiante ante ellos y alterada, parecía que discutir con ambos.



-Señorita, quiere ir al grano.



-Ya le dije que me de un momento -pidió Angela desesperada-. Llamen para ver si ya tienen listos a las patrullas que irán al lugar del que les hablo.



Angela tomó su celular, era Deborah confirmando que todo estaba listo.



-¡Bien! -exclamó al celular. Regresó con los oficiales-. En la cabaña de los Benson, se encuentran una serie de innumerables pruebas que decretan una red de pornografía infantil, dedicada al tráfico de esta, y orquestada por un grupo de estudiantes de esta institución -dijo sin dudar, ni rodeos-. A más de pruebas refutables de casos de violación -concluyó con asco.



Uno de los oficiales soltó una ignorante risa. -¿No cree que hayas visto muchas películas de crimen organizado, niña? -comentó él mismo.



-¿Por qué, Señor Oficial? ¿Por qué es una propiedad del gobernador? -Le cuestionó Angela enojada.

LO MEJOR ES CALLAR: Deseo de Justicia [4to BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora