Capítulo 25: Punto de conexión

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Con el paso de cada día, los chicos buscaban rastros por doquier. Era una desventaja lo suficiente inicua que no conocieran nada del villano en su tortuosa historia. Se empeñaron en el que, si descubrían su identidad, el final de sus días llegaba para él, le darían absoluto exterminio. Los rastros de éste eran como un camino obliterado, que no inducía a ningún fin, al menos así parecía, hasta que encontraron una única conexión entre dos individuos, uno de ellos muerto y el otro, en el ojo de su verdugo.



La conexión tenía nombre y apellido, Keisha Withworth, y el tema era más amplio de lo que se preveía, con posibles causas y consecuencias, pero nada verídicas. Chris, se pasó la noche completa del viernes y la mañana del presente sábado, investigando todo lo relacionado con ese nombre. No paro hasta cuando quedó atascado en la misma investigación. Preparó el orden de los hechos, llamó a Angela, salió de casa y se encaminó a donde Deborah...




-No te esperaba tan pronto. -Le mencionó Chris a Angela, fuera de casa de Deborah.



-Dijiste que era urgente.



-Sí, pero como ahora te tomas tu tiempo para ondular tu cabello, ruborizar tus mejillas, colorear tus labios...



-¡Chris! -exasperó Angela.



-¡Ok! Me callo ¿Trajiste tu copia de la llave? -preguntó.



-Sí.



Angela procedió a abrir la puerta en casa de Deborah, con una copia que la misma le había dado a cada uno. Desde hace unos días esta les entregó una copia de su llave de la casa, como precaución, ya que constantemente vivían ahora en peligro, y ella paraba mucho tiempo sola en casa. En caso de que necesitara de mutua ayuda, solo tendrían que entrar y ya. A los chicos le pareció una buena idea lo de las copias, así que ellos hicieron lo mismo, sacaron copias de sus llaves, y las intercambiaron entre los tres. Quizás todo era producto de un paranoico estrés.



-Se me ha olvidado adherir sus llaves a mi llavero -dijo Chris.



Los dos subieron de inmediato a la habitación de Deborah, ya que hasta donde ellos creyeron, estaba sola.



-¡Oh por Dios! ¡Lo sentimos! ¡Lo sentimos mucho! -exclamaron Angela y Chris cubriendo sus ojos.



Al irrumpir en la habitación se llevaron la sorpresa de que Deborah no estaba sola. Entre sábanas de color azul cielo y los brazos de John, se situaba ésta, semidesnuda al igual que él, en lo que era obvio que ocurría y estaba ocurriendo.



John se impresionó demasiado que dio un salto fuera de la cama, dejando a la vista completa su cuerpo, que, por suerte, aún traía su ropa interior consigo.



-¿Chicos, como pueden irrumpir a una habitación de esa manera? -expresó Deborah con total desagrado.



Caminó confrontante hacia ellos en su hermosa lencería blanca, con cortes randas muy reveladores.



Los chicos sacaron las manos de su ojos.



-¡John! -expresó Chris con los ojos sobresaltados y sonriendo.



-¡Vaya! -agregó Angela mirando hacia el mismo lugar que Chris. La zona central del interior de John-. Ahora veo por que tienes a Deborah pensando a cada rato en ti -su rostro tenía una gigantescas sonrisa.



-¡Hey! ¡Dejen de acosar a mi novio! -declaró Deborah-. Es más, vamos para afuera -tomó su bata y salió de la habitación con ellos.



"Novio" palabra que a John le gustaba tanto escuchar salir de la boca de Deborah. Desde que este le pidió hacer oficial lo que tenían, dos días después de la visita a Sweetdown. Para los dos era un gesto de emoción escuchar a Deborah ser tan espontánea con las palabras utilizadas en su relación, y nueva faceta de su vida. Era acogedor verla enamorada.

LO MEJOR ES CALLAR: Deseo de Justicia [4to BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora