Yo; dos

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Al abrir los ojos todo lo que podía ver era pasto, pasto verde y fresco, no hacía frío, de hecho era cálido el lugar.

A los lejos se veía el cielo, por dónde quiera que miraras; norte, sur, este, oeste, siempre había cielo.

Freddy estaba recostado, entre sentado y acostado sobre un tronco grande, ancho y alto. Era un árbol que se expandió hacia arriba tocando el cielo, le daba sombra al castaño que miraba al horizonte sintiendo paz.

Intentó incorporarse y al hacerlo apoyó las palmas de sus manos en el pasto, sintiendo a su lado derecho que había alguien más sentado con él. Sorprendido y un poco asustado volteó a ver quién era.

Era él.

Un Freddy pequeño, parecía tener el cuerpo de un niño de primaria. Pero su rostro se derretía como su fuese una vela, caía su rostro entre las piernas del pequeño que estaba sentado mirando hacia abajo.

Al sentir que Freddy tomaba su mano, levantó la cabeza y le miró.

— Hola. — dijo el pequeño sin mover un solo músculo, el castaño no sabía de dónde había salido la voz si no parecía tener boca.

¿Estaré soñando? Se preguntaba Freddy.

— ¿Quién eres tú? — preguntó el mayor.

— Tienes muchas dudas y estás confundido, lo sé. No te preocupes yo te aclararé todo. — dijo el pequeño dejando aún caer su rostro sobre sí mismo.

Freddy esperó a que él dijera algo, pero no lo hizo, se quedó callado esperando a que el mayor hiciera las preguntas por sí mismo.

— ¿Estoy soñando?

— No.

— ¿Qué es este lugar? ¿Quién eres tú?

El pequeño calló un momento, dirigió su mirada al lugar en el que estaban, cómo sí el tampoco hubiese reparado que se encontraban en un lugar que no conocían.

— Yo soy tú, soy Freddy. — dijo para empezar —, Este es el descanso. Es un lapso de tiempo que le damos a las personas que han sido buenas y que no estaban destinadas a morir tan pronto, o a los que tienen el propósito de ayudar a alguien. 

Freddy intentó asimilar la situación y por un momento su cabeza repitió la palabra; "morir" y su corazón dió un vuelco, pero no aceleró; — ¿Estoy muerto? ¿Esto es el cielo? ¿O el infierno?

El pequeño Freddy regresó su cabeza al Freddy grande, cómo sí pudiera verlo a pesar de no tener ojos; — Estás en coma. Pero probablemente morirás pronto. Éste como dije es el descanso, aquí esperarás hasta que tú cuerpo mundano muera, así podrás descansar eternamente siendo parte de todo y de nada a la vez.

Freddy no entendía porque todo aquello que el pequeño le decía le parecía normal, cómo si las cosas fuesen así y ya.

— En este lugar es muy difícil que experimentes la angustia ya que está diseñado para que pases tus últimos momentos en paz.

— Oye.. Uhm...

— Llámame Freddy.

Freddy frunció el seño, le parecía extraño tener que mirarse a sí mismo y hablarse a si mismo como si fuese alguien más, así que tuvo una idea mientras intentaba recordar que le iba a preguntar al pequeño castaño; — Oye, es extraño que te llames igual que yo. Yo soy Freddy.

— Yo soy Freddy. — repitió el pequeño.

— Yo soy el original. — dijo Freddy señalándose a sí como su pulgar.

— Yo soy el original. — repitió el pequeño con todo y gestos.

— ¿Que te parece si te llamo "dos"?

El pequeño Freddy lo pensó un momento volteando el suelo, dejando caer su rostro sobre el pasto que permanecía inmóvil debajo suyo; — Bien, buena idea.

Almas inversamente proporcionales (Freddedy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora