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- Fred, quiero que trabajes para mí. - dijo la mujer abrochando de nuevo su cinturón de seguridad, todas las nuevas adquisiciones que había hecho Fred se encontraban en la parte trasera del auto.

- ¿Y en donde está ese trabajo? Todavía no me has dicho quien es esa mujer que quiere ayudarme.

Puppet encendió la direccional y tomo una ruta un poco más larga para llegar a casa de Fred; - Es un trabajo normal, en una fábrica armando piezas para autos.

- ¿Y dónde es?

La mujer le indicó la dirección, el horario y la paga que obtendría. La empresa se encargaba de pagarle exactamente lo que debían pagarle, pero Puppet tomaría la mitad del dinero y lo administrativa para Fred, y la otra mitad el azabache debía dársela como siempre a su padre.

- Está bien. Lo haré.

- Buena desición, Fred.

- ¿Y ella? - insistió el azabache -, ¿Quién es ella?

- Ella es la millonaria. - respondió Puppet -, Bueno, en realidad no es millonaria, pero tiene tanto dinero que podría pagar un detective privado como yo, y todo un día de diversión para un chico como tú.

Cuatro con cincuenta minutos, y ya estaban fuera de la casa de Fred; - Te llevarás mis cosas, ¿Verdad?

- Las dejaré en la empresa, en tu locker. Así podrás ir por ellas cuando vayas a trabajar y traerlas de poco a poco para que tú padre no sospeche. Aunque en realidad, deberías empezar a sacar las cosas de casa.

- Para irme. - soltó Fred con un hilo de esperanza en su voz -, Para irme a mi propia casa.

Puppet sonrió; - Así es.

Almas inversamente proporcionales (Freddedy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora