Capítulo 1: Madrid

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20 de Agosto de 2017

NAYLA;

Son las tres de la mañana, estoy llorando en mi cama mientras escucho música triste. Estoy harta de vivir en Madrid, todo son problemas. No estoy a gusto aquí, hace mucho que no lo estoy. Hoy me llegó una llamada del hijo de puta de mi ex, me ha puesto los cuernos. Después de casi dos años juntos, me pone los cuernos con una de mis mejores amigas y me lo dice tan normal, "que lo siento mucho, pero ya no quiero estar contigo, me gusta ella, ya no es lo mismo de antes..." Que cabrón, tanto que me quería. Todo fue una puta mentira. 

Me está entrando una llamada de Rafa, que raro.

­— Dime cielo.

— Nayla, no puedo más, necesito irme de aquí ya. Me quieren matar. ­—Dijo llorando

— Joder Rafa, ¿qué has hecho ahora? — Empezó a llorar.

— ¿Podemos quedar ahora? Estoy al lado de tu casa.

— Sí, así me despejo que estoy fatal.

— Vale quedamos en tu portal, estoy yendo. —Se corta la llamada.

Se ha cortado la llamada, joder se me ha apagado el móvil. Voy a bajar ya ver si le va a pasar algo a Rafa...

Estoy bajando las escaleras lo más rápido que puedo, no tengo buena sensación y mi barrio no es que sea muy tranquilo. Acabo de salir del portal, Rafa está llegando.

— Nayla. —Me dio un abrazo llorando.

— Rafa cielo, ¿qué ha pasado?

— Vamos al túnel, ahí no habrá gente.

— Vamos. —Nos dirigimos al túnel.

— Te explico, ya sabes que estoy pasando droga, estaba yendo a llevarle a un chaval 50 gramos de cocaína y ha venido con más gente, dos de ellos me han apuntado con una pistola y me han robado toda la cocaína. Después de eso he salido corriendo al piso de Emilio y le he contado lo que ha pasado. Me ha dicho que consiga el dinero o si no estoy muerto. Tengo que irme de Madrid Nayla, no tengo dos mil quinientos euros. Saben donde vivo, tienen mi numero de teléfono tienen todo.

—Rafael, ¿sabes que lo más seguro es que tengan tu ubicación, no? —Dije gritando.

— Nayla, no grites joder.

— Tienes que deshacerte de ese móvil ya, de la tarjeta SIM, de absolutamente todo.

— Y ¿qué hago? ¿me quedo sin móvil?

— Rafa, piensa joder. Qué prefieres, ¿quedarte sin móvil o morir?

— Estoy en shock, no me da la cabeza. Obviamente tenemos que deshacernos del móvil ya.

— Vamos a coger un bus y reventamos el móvil en otro lugar, aquí no podemos estamos al lado de mi casa.

— Mira por ahí viene un bus, corre vamos a cogerlo.

— Vamos. — Corremos hacia el bus.

— Joder, hacia mucho que no corría tanto.

— Bueno, por lo menos hemos llegado al bus. Déjame el móvil. 

— Toma. —Me da el móvil.

—Apago el móvil de Rafa.— Lo he apagado porque nos pueden estar escuchando.

— ¿Tu crees?

— Sí. Este tipo de gente tiene muchos contactos. —Dije alargando la "u" de "muchos".

— Nos bajamos en la ultima parada, ¿no?

— Sí.

Menudo día de mierda, Rafa me dice esto mi ex me pone los cuernos y ahora esto. No puedo más. Cada día en Madrid es peor que el anterior, solo quiero irme de aquí. ¿Tan difícil es tener una vida normal? Siempre andamos metidos en este tipo de problemas, bueno ahora Rafa, yo deje este tipo de cosas hace un tiempo pero él me arrastra a estos problemas, pero ¿qué hago? tampoco quiero que le pase nada y yo se como resolver esto, soy muy lista para estas cosas.

— Creo que la siguiente parada es la ultima.

— Vale.

— ¿Estas bien? Te noto muy seria.

— Izan me a puesto los cuernos, eso me pasa.

— Que hijo de la grandisima puta, ¿como te hace eso después de que has estado siempre para él?

— No lo sé, pero da igual. Le he bloqueado en todos lados, hasta en Gmail. No quiero volver a saber nada de  él.

— Ya estamos, vamos a bajarnos.

— Es que encima me lo ha dicho como si fuese lo mas normal del mundo. — Dije mientras nos bajamos del bus.

— ¿Le hacemos alguna putada?

— Rafa cielo, bastante tenemos ya como para meternos en más problemas. Ademas, no te preocupes que Dios pone a cada uno en su sitio.

— Si eso es verdad. Bueno, ¿hacia donde vamos?

— Vamos a ese callejón que hay allí. —Comenzamos a caminar hacia el callejón.

— ¿Sabes quien es la otra?

— Sí, Noelia.

— ¿Una de tus mejores amigas? Madre mía, ¿no piensas hacerla nada?

— A ella si, me a traicionado sabiendo lo que quería a Izan, sabía perfectamente que si el me engañaba me jodería viva y lo ha hecho. Ahora se va a joder ella, va a saber quien soy.

— Eso es, yo te ayudaré.

— Ya hemos llegado al callejón.— Paro en seco. — Vamos a reventar el móvil ya y nos vamos.

— ¿Quién hace los honores?

— Yo. —Cogí el móvil y lo tiré al suelo hasta que solo quedaron piezas.— Ya está, vayámonos. —Empezamos a andar.

— Oye, ¿esa no es Noelia con Izan?

— Si, son ellos... Que casualidad.

— ¿Hacemos algo?

— Vamos hacia ellos, les quiero decir unas cuantas cositas. Tú no te metas, no hace falta.—Comenzamos a andar super rápido.

— Vale, ¿les vas a pegar o algo?

— No lo sé, depende como me de en ese momento.

Estamos cada vez más cerca de ellos, cuanto mas cerca estamos más me hierbe la sangre. Me ha dolido mas lo que me ha echo Noelia, ella sabía cuanto le quería. Me da igual ahora mismo tener más problemas, cada uno gana lo que se merece y ella se ha ganado una hostia.

— Eh, hijos de puta. — Le di un tirón de pelo a Noelia tan fuerte que la tiré al suelo.

— ¿¡Que mierda haces!? gilipollas.

— Déjala en paz. —Izan Me empuja.

— Si al final la mierda se junta con la mierda por eso estáis juntos. Izan, no me toques los huevos que sabéis como soy.

— Gilipollas es lo que eres.

— Ah, ¿sí? —Le pego una patada en la tripa haciendo que vuelva a caer al suelo.— ¿Te callas ahora?

— Nayla, para ya por favor. ¿Qué quieres?

— De vosotros nada, solo os doy lo que os merecéis. A ti no te voy a pegar, porque no te tengo tanto odio como a esta guarra. Pero te voy a decir las cosas claras, Noelia en cuanto encuentre a alguien mejor te dejará, la conozco mucho mejor que tú te arrepentirás de haber echo esto. ¿Cómo se puede ser tan cabrón? Después de casi dos años de relación, vas y me pones los cuernos con ella. Si ya no querías estar conmigo me lo dices, mamonazo. — Le escupo en la cara.

Inestabilidad mental Donde viven las historias. Descúbrelo ahora