Inestabilidad mental

Capítulo 62: Contactos

JAZMÍN;

Joder, la verdad es que menuda cagada que Julia me haya roto el movil. Justo cuando estaba hablando con Morad sobre Manuel... A ver como hablo de esto con Beny en su casa. — Pensó Jazmín subiendo a casa de Morad.

— Hola Jaz, pasa. — Dijo Morad abriendo la puerta de su casa.

— ¿Y Beny?

— Esta en la terraza, ahora le digo que se vaya.

— Vale, bueno me dijo Nayla que fuese cuando quiera allí con su novia.

— Pues ve a decírselo, así se va y tenemos tiempo para hablar.

Por lo menos tendremos un ratito para hablar, pero no se si será suficiente...

— Beny, me ha dicho Nayla que cuando quieras te puedes pasar con tu novia.

— Vale, en un rato voy a casa y vamos para allá.

Jazmín se quedó mirando a Morad de lejos, él enseguida vino hacia la terraza.

— Hermano, ve ya a ver si te va a poner alguna pega o algo.

— No creo tete, además que luego querrá que este en casa con ella y no me apetece.

— Hazme caso, ve a decírselo. — Dijo Morad mirando a Jazmín de reojo.

— Vale, vale, voy ya. Pues nada, ahora nos vemos en el piso de Nayla... — Beny se va de casa de Morad.

— Menos mal... ¿Qué pasa con Manuel?

— Me a llamado desde la cárcel, no sé de dónde cojones a sacado mi número...

— ¿Y qué te dijo?

— Que quería hablar contigo. No sé Jaz, pero no me da buen presentimiento.

— Ni a mi, ¿y porque te habrá llamado a ti en vez de a mi?

— No lo sé, a ver que cojones quiere... Me dio un número, me dijo que le llamaras.

— Pues no sé como voy a hablar con él sin móvil.

— Llámale desde el mío, quiero saber que quiere para quedarme tranquilo. — Dijo Morad dándole el móvil a Jazmín.

— Vale.

— Llámale por privado. El número es 688 ** ** **.

— Ya estoy marcando...

— Jazmín, tenemos que hablar.

Que cojones, ¿cómo sabe que soy yo si aún no he dicho nada?

— ¿Qué quieres?

— Pon el altavoz, que se entere también tu querido novio Morad.

— Joder... Ya esta puesto.

— En menos de un mes salgo de aquí, quiero el dinero que perdí por la puta droga de tu amiguita. He hecho buenos contactos aquí en la cárcel, así que ya te puedes andar con ojo como no me devolváis el dinero. Incluido tus amiguitos, Omar, Beny, su novia y toda la gente de tu alrededor.

Jazmín se quedó mirando a Morad, sin saber que decir.

— ¿Sabes con quien tengo una buena amistad? Con Taylor. — Finaliza la llamada.

— Jazmín, ¿esos son los que mataron a Rafa, con los que teníais la movida hace dos años?

— Si... Mierda, ¿qué coño hacemos?