Capítulo 9: La Florida

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— Que bien, primeros clientes. — Dijo Rafa emocionado.

— Ya ves, esto se lo regalamos para que lo prueben.

— Si, espero que consigamos bien de dinero.

— Seguro que si, con todo lo que tenemos vamos a ganar bien. Yo lo que quiero es deshacerme de todo lo más rápido posible. — Dije mientras abría la puerta del piso.

— ¿Ya os quedáis en el piso? — Preguntó Sofía.

— No, vamos a bajarle a unos chavales. — Dije respondiéndola.

— Genial, justo estábamos separando los kilos en gramos y en placas. — Dijo Julia.

— Vale, ¿donde los estáis guardando?

— Están en la cocina.

— Vale. —Rafa va a la cocina a por los gramos.

— ¿Y cómo es qué os habéis puesto a separar los kilos? — Pregunté.

— Nos aburríamos. — Dijo Julia respondiéndome.

— Ya los e cogido, vamos Nayla.

— En un rato subimos.

— Tener cuidado. — Dijo Sofía mientras salíamos del piso.

— Oye ¿y se han ido?

— No creo, si no ya conseguiremos clientes.

— Si, siguen allí. —Dijo Rafa después de salir del portal.

— Bien.

— He bajado para nosotros también.

— Rafa, yo no fumo porros.

— Habrá que probar lo que vendemos, ¿no?

— Bueno...

— ¿Lo habéis traído? — Preguntó Omar.

— Si, tomar. — Rafa le da los tres gramos.

— ¿Cuanto os debemos? — Preguntó Morad.

— Nada, invita la casa. 

— Joder, muchas gracias. ¿Os echáis un porro con nosotros? — Preguntó Omar.

— Venga, vale. — Dijo Rafa mientras sacaba un gramo de polen.

— Por cierto, me llamo Morad y el Omar.

— Yo Nayla y él Rafa.

— Vamos a la plaza así nos sentamos. — Dijo Omar.

Nos fuimos a la plaza, la verdad es que estoy un poco incomoda, no les conozco y al principio me cuesta bastante hablar y que tampoco me fío de nadie.

— ¿Vosotros de donde sois, de Barcelona? — Preguntó Morad.

— No, venimos de Madrid. — Dijo Rafa respondiendo.

— ¿Y cómo es que os habéis venido a vivir aquí?

— Es una historia muy larga, pero resumidamente es que no estábamos a gusto allí. — Dije respondiendo a Omar.

— Si, ademas que estábamos cansados de Madrid.

— Pues a nosotros nos encanta Madrid. — Dijo Morad.

— Esta bien pero para ir de vez en cuando, en mi opinión.

— Yo para vivir la verdad es que prefiero mi barrio antes que Madrid.

Inestabilidad mental Donde viven las historias. Descúbrelo ahora