Capítulo 6: Emilio

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— Chicos, e encontrado dinero. Hay cinco tacos con muchísimos billetes de cincuenta y unos tres tacos con billetes de cien. — Dije pensando en cuanto dinero podía haber.

— De puta madre. Espera te traigo la maleta. — Dijo Sofía yendo a por ella.

— Yo e encontrado gramos, pero ningún kilo.

— Recuerda que solo tenemos que coger polen, marihuana y hachís. Nada de cocaína o cosas así.

— Sí, sí. No voy a coger nada de eso.Dijo Rafa

— Hay como diez mil euros aquí. — Dijo Sofía entusiasmada.

— Madre mía, que bien. Mierda, me está llamando Paula.

— Coge la llamada y dile que estas llegando.

— Vale. — Rafa coge la llamada.

— Dime cielo.

— ¡¿Dónde coño estás?! Llevo casi una hora esperando. — Dijo Paula gritando.

Lo siento mucho, estoy llegando e tenido problemas con la policía.

—¿Cómo se puede ser tan falso? Si no se oye ruido de la calle.

—Que estoy llegando te he dicho.

—Rafa, ¿donde mierda estás?

—Llegando, ¿qué no entiendes?

—Mentira. — Paula finaliza la llamada.

—Vamos a darnos prisa, creo que vienen.

—Mierda, ir cogiendo las cosas y salimos ya.

— Pero, ¿quién se cree esta payasa? — Dije mosqueada.

— Da igual, vamos a darnos prisa que Julia esta sola abajo que tengo mala sensación... — Dijo Sofía un poco agobiada de estar aquí.

Sofía y yo estamos guardando el dinero en la maleta, entró justo.

— En la cocina hay tres kilos, uno de hachís, uno de marihuana y otro de polen. — Dijo Rafa comprobando si había alguno mas.

— Mételos en la maleta, voy a mirar la otra habitación y Sofía el baño.

— Vale. Por cierto me pareció ver a Emilio dos pistolas, ¿las buscamos? — Dijo Rafa llevando los quilos a las maletas.

— No.

— Si, hay que dejarle desarmado. — Dije pensando en que nos vendrían para futuros problemas.

— Si no sabemos usarlas.

— Da igual Sofía, la cosa es dejarle desarmado.

Fui a la otra habitación a ver si había más droga, no había nada más pero encontré las pistolas. Hay dos, una de nueve milímetros y otra de siete.

— Chicos, e encontrado las pistolas. — Dije observándolas.

—Madre mía... ¿serán de verdad? — Dijo Sofía flipando también.

—Yo creo que si, hay dos cajas de calibre nueve y otras dos de siete. — Dije cogiendo una pistola.

—Cuidado, no nos vayas a meter un tiro. — Dijo Sofía algo asustada.

—Tranquila, la voy a meter en la maleta, coger la otra. — Dije mientras me iba hacia la maleta.

—Yo no la toco, me da miedo. — Sofía se va hacia la cocina.

Inestabilidad mental Donde viven las historias. Descúbrelo ahora