Capítulo 54: El Mirador

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Morad, Julia, Nayla y Jazmín fueron a casa de Morad a por las llaves del piso piso. Más tarde fueron todos allí.

— Que ganas tengo de entrar, déjame las llaves Jaz.

— Toma, anda. — Dijo Jazmín dándome las llaves.

— Por fin, después de tanto tiempo, puedo entrar a mi casa... — Dije abriendo la puerta del piso.

— Qué limpio esta todo. — Dijo Julia mirando a su al rededor.

— Si, la verdad es qué si. Javi la ha mantenido muy bien y eso que hace dos meses por lo menos que no se pasa por aquí.

— Jo, me acuerdo de cuando Beny y yo nos estábamos reventando por aquí con los cojines... Qué recuerdos, espero que podamos volver a lo mismo de antes. — Dije paseando por el piso.

— Bueno, tranquila que seguro que sí. — Dijo Julia mirando a Morad y Jazmín.

— Tiempo al tiempo, no sabemos cómo reaccionará Beny.

— Eso no me anima mucho Morad... Pero bueno, ahora que estoy fuera voy a intentar no rayarme con eso.

— Yo me tengo que ir chicas, voy a ir al estudio, luego nos vemos.

— Vale Morad, ten cuidado.

— Hasta luego. — Morad se va del piso.

— ¿Al estudio?

— Si, se ha hecho cantante, junto con Beny.

— ¿Qué dices?

— Si, si. Mira, tienen millones de reproducciones en YouTube. — Dijo Julia enseñándome el canal de Morad.

— Como ha cambiado todo, en verdad... Y por cierto, ahora que lo pienso, ¿dónde habéis estado viviendo este tiempo?

— En casa de Morad...

— Osea, que se lo contasteis hace tiempo, ¿no?

— Si, bueno... Se lo dije yo, porque no tenía donde vivir porque Sofía no quería que viviese con Javi, no me quedó de otra.

— No me gusta que me ocultéis cosas, eh.

— Es lo único que no sabías. — Dijo Jazmín mirando a Julia.

— Eso espero. ¿Habéis encontrado el dinero?

— ¿Qué dinero? — Preguntó Jazmín extrañada.

— El qué teníamos aquí. El de la droga de Emilio coño.

— Ah, joder. Pues no, si no hemos venido aquí.

— Lo dejé escondido hace bastante tiempo, muy escondido. — Dije yéndome al baño.

Jazmín y Julia se miraron extrañadas y me siguieron hacía el baño.

— ¿Qué heces? — Dijo Julia al verme agachada intentando levantar una baldosa.

— Escondí el dinero aquí, por si pasaba algo la policía no lo encontrase...

— ¿Cuanto hay? — Dijo Jazmín agachándose.

— Pues, no lo sé, no me acuerdo pero aproximadamente diez mil euros o puede ser algo más.

— Joder Nayla, ¿por qué no me lo dijiste?

— Me acordé de esto hace unos días. Pero bueno, ya tenemos un tiempo resuelto aquí, pero deberíamos buscar un curro o algo.

— Yo he estado buscando trabajo como una loca, pero no me han llamado de nada. Hace unos días eché currículum para trabajar de dependienta en una tienda, pero no me han llamado. — Dijo Julia mirándome.

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