Capítulo 35: Te quiero

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Llevamos aquí dos horas y media mirando las vistas tumbados en el capó de su coche y se me han pasado como si fuesen cinco minutos... Es increíble como me hace desconectar Beny, ni si quiera pienso ya en Izan...

— Oye Nayla.

— Dime.

— ¿Cómo estas llevando esta situación?

— Pues la verdad es qué nada bien... Pero no tengo tiempo para pararme a pensar en todo lo que esta pasando. Casi todos los días están pasando cosas y cada vez peores. Beny yo no sé como va a acabar esto... y se que te lo e dicho muchas veces y no quiero que te enfades pero, quiero que tu y Morad os alejéis de todo esto. No quiero meteros en problemas, de verdad. — Dije mientras miraba con los ojos cristalinos a Beny.

— Ya sé que te preocupa que nos pase algo, pero es que no puedo dejar que te pase algo... Morad ya me lo dijo que esto se está poniendo muy serio y de hecho a mi me gustaría dejar de hacer estas cosas. Pero Nayla, no puedo.

— Si que puedes Beny y estas a tiempo de alejarte de todo esto. Antes de que sea tarde, piensa en ti.

— No puedo Nayla, no puedo.

— Pero, ¿por qué no puedes?

— Porque te quiero, joder. Y no quiero qué te pase nada, no lo puedo permitir.

— ¿Qué ves en mi para quererme así? Soy pura inestabilidad.

— ¿Qué que veo? Veo una niña con un corazón que no le cabe en el pecho, que aún sabiendo que necesitas ayuda y que no puedes más sigues sola sin ayuda de nadie porque no quieres que le salpique a nadie tus problemas. Nayla, eres una tía de puta madre, aparte de guapa y pivón, qué también hay que decirlo. Cuando a alguien le a pasado algo aún habiéndote traicionado tu coges y ayudas a esa persona porque fue importante para ti. ¿Sigo?

Joder, me ha dejado sin palabras Beny...

— Mira, no sé si tu me quieres como yo a ti pero me da igual. Voy a hacer todo lo posible para protegerte y que no te pase nada.

— Beny, yo te quiero mucho y me has demostrado muchísimo de verdad en muy poco tiempo. Pero tengo una bola de emociones que no sé gestionar y no sé que quiero ni...

— Nayla, no quiero que me digas que sientes. Quiero que hagas lo que sientas. Simplemente no pienses nada, haz lo que sientas ahora mismo. — Dijo Beny cortándome y mirándome a los ojos.


En ese momento no lo pensé y besé a Beny. El me siguió el beso apasionadamente.

Realmente no sé gestionar mis emociones y menos con todo lo que está pasando... Pero creo que quiero a Beny, es tan buena persona, tan bueno conmigo... Nunca e tenido a alguien así a mi lado, que haga de todo para protegerme sin ni siquiera importarle lo que le pueda pasar...

Nayla, quiero que me prometas una cosa.

— Dime.

— Si algún día te pasa algo y tienes que irte de Barcelona o lo que sea, prométeme que algún día nos encontramos aquí. Aunque pasen años. Y si algún día me pasa a mí, prométeme que vendrás aquí a buscarme.

— Te lo prometo Beny. — Dije abrazándole.

En ese momento sentí como se deshacía esa bola de emociones que llevaba cargando durante tanto tiempo.

Qué paz me da... Es increíble como me a hecho desconectar esta noche de esta manera... Definitivamente, le quiero... y mucho.

— Beny. — Dije separándome de él.

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