Inestabilidad mental

Capítulo 4: Julia y Sofía

Acabo de llegar a la tienda de Paco, el padre de mi amiga, estuve hablando un rato con él. Me hizo la copia de las llaves y me cobró quince euros solo, es muy buen hombre y sobre todo buen padre.

Le e hecho una llamada perdida a Rafa, con eso ya sabrá que voy para allá. Me encendí un cigarro y me dirigí donde me dijo.

Pasaron quince minutos y llegué.

Joder esta tardando Rafa, han pasado viente minutos desde que llegué.

— Nayla, perdona no e podido venir antes.

— No te preocupes, toma las llaves. —Le doy las llaves.

— Me a dicho Emilio que me vaya a las tres y vuelva sobre las cinco, por lo visto hoy hay mucho "trabajo". Por cierto, hoy está Paula a lo mejor me puede ayudar con el pin de la alarma.

— Vale pero a esa no le cuentes nada del plan, no creo que sea de fiar.

— Como quieras, a las tres voy para tu piso y así me cuentas lo de Barcelona.

— Vale, luego nos vemos cielo.

A ver como sale esto... Voy a llamar a Julia, a ver que tal está. — Pongo el altavoz del coche y salgo para allá.

— Hola Julia, ¿qué tal estas?

— No muy bien, la verdad...

— ¿Y eso, qué ha pasado?

— No me apetece hablar ahora.

— Bueno, como quieras... ¿Vas a ir la tienda de tu padre?

— No, no voy a ir allí estoy en casa. ¿Por qué? ¿Vas a ir?

— He ido ya, necesitaba una copia de unas llaves.

— Ah, vale. Bueno luego hablamos, ¿vale?

— Vale, venga hasta luego. — Finaliza la llamada.

Joder... ¿qué la pasará? Sea lo que sea, luego me paso por su casa. Voy a aprovechar y voy a llamar a Sofía para que venga también, así animamos a Julia.

— Hola Sofi, ¿qué tal?

— Pues aquí estoy, en casa amargada.

— Bueno eso tiene fácil solución, me paso ahora mismo a buscarte.

— Ah, vale. Pues me voy arreglando.

— Vamos a casa de Julia.

— Vale. ¿Cuanto tardas en venir?

— Pues estoy yendo, diez minutos tardaré.

— Vale, ahora me dices. — Finaliza la llamada.

Después de 10 minutos...

Ahí esta Sofia, voy a parar en segunda fila y que suba. — Empiezo a pitar para que me vea y venga.

— Hola Nay, ¿qué tal? — Dice Sofía entrando al coche.

— Pues... No sé que decirte. Si te digo que bien te mentiría.

— ¿Qué ha pasado?

— Muchas cosas, demasiadas. Me voy a mudar a Barcelona con Rafa.

— ¿¡Cómo!?

— Si... Han pasado cosas y pues vamos a irnos.

— ¿Emilio?

— ¿Qué? ¿Cómo lo sabes?