Capítulo 28: Todo va bien...

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— Bueno Morad, cuando hayas recogido a Jazmín nos das un toque.

— Vale, tened cuidado. Si pasa algo me hacéis un llama cuelga.

— Vale tete. Luego nos vemos. — Dijo Beny a Morad mientras se iba a su coche.

— Espero que esto sea rápido. — Dije mientras entrábamos  al coche.

— No creo que tardemos más de media hora.

— Yo lo que espero es que no sospeche nada de que Jazmín se va a escapar.

— Tampoco puede hacer gran cosa, como mucho nos hace el lío a nosotros. Cosa que dudo.

— Yo también lo dudo, sabe que soy buena amiga de Jazmín desde hace mucho.

— Tienes su número para avisarle, ¿no?

— Si, de todas formas se cual es su coche y la matricula. Cuando entre al callejón le veré.

— Vale perfecto.

Después de 10 minutos...

— Voy a aparcar aquí, tiene que estar al llegar.

— Pues espero que no tarde.

— Quiero evitar llamar, para que si pasa algo no haya pruebas ni puedan sospechar nada.

— Esta viniendo un coche. Parece que va a entrar al callejón.

— Ese coche no es. Efectivamente, esta entrando al callejón.

— Me a parecido ver a dos personas en el coche.

— Joder, a saber quienes son. Hay que ir a mirar.

— ¿Y si es una trampa?

— Algo hay que hacer.

— Pues a ver como hacemos.

— Espera, parece que esta saliendo.

— Vienen hacia aquí, fíjate si es el o no.

— Si, va de copiloto. Mira van a parar.

— Baja la ventanilla del coche.— Ya esta, pasa cuenta el dinero y deja eso. — Dijo Manuel.

— Vale. — Arranco el coche y entramos al callejón.

— No tengo buena sensación...

— No seas gafe Beny, hay ahí una bolsa. —Me bajo a por la bolsa.

— ¿Está el dinero?

— Si, hay cuatro tacos de cien euros. —Digo entrando al coche.

— Pon el flash, vamos a ver si son verdaderos.

— Vale. —Pongo el flash del móvil.

— A ver, este es verdadero. —Dijo Beny mirando el billete.

— No creo que sean falsos, este jambo tiene pasta.

Después de unos minutos mirando los billetes...

— Son todos verdaderos, ahora a contar. Tardaremos poco.

— Dame un par de tacos, tu cuenta los otros dos.

— Vale. —Me dio Beny dos tacos.

— Cien, doscientos, trescientos...

— Aquí hay dos mil.

— Aquí hay otros dos mil. De puta madre esta todo perfecto.

— Me esta llamando Morad. — Coge la llamada. — Dime, ¿todo bien?

Inestabilidad mental Donde viven las historias. Descúbrelo ahora