Inestabilidad mental

Capítulo 25: ...¡Sí!

— Oyes, me esta sonando el móvil. —Dije intentando escaparme.

— Parar, a ver si va a ser Jazmín. —Paran.

— Ha dejado de sonar. —Voy al salón a mirar el móvil.

— ¿Era ella? — Preguntó Beny intrigado.

— Si, era ella. Me ha echo el llama cuelga, eso siginifica que si nos lo compra. —Dije emocionada.

— ¡Qué bien! — Dijo Rafa yendo a abrazarme.

— ¡Bieen! —Dijo Julia gritando mientras viene a abrazarnos.

— De puta madre.

Empieza a sonarme el móvil.

— Me esta llamando otra vez.

— Cogelo.

— Tía, mañana nos vamos de Barcelona. Quiero verte hoy antes de irnos.

— Vale, pues dime hora y voy.

— Pues a las 12 de la noche. Por cierto, necesito que me dejes alguna maleta. La que me dijiste.

— Si, no te preocupes. Luego os la llevamos.

— Vale, pues a las 12 os pasamos ubicación.

— Vale, venga luego nos vemos. —Cuelgo.

No me hace gracia estar yendo a la ubicación que diga este tío, nos podría hacer el lio fácilmente...

— ¿Qué te ha dicho? — Preguntó Beny.

— Que se van mañana, hay que llevarle eso hoy.

— Mejor, ¿no? Así nos lo quitamos del medio. — Dijo Rafa con ganas de deshacerse de todo.

— Eso sí. ¿Donde habeís quedado? — Preguntó Julia.

— Me ha dicho que luego me pasa ubicación.

— Eso no me gusta... Mala señal. — Dijo Morad mosqueado.

— Lo sé, pero habrá que arriesgar. Si le decimos ubicación puede desconfiar.

— Ya, pero si vamos a su ubicación nos la pueden liar. — Dijo Beny algo mosqueado.

— A ti no.

— ¿Cómo qué a mi no?

— Pues que a ti no. Vosotros no venís, si pasa algo os meteís en un lio.

— Si que vamos.

— No Beny, no.

— ¿Qué más da? Si ya estamos medio metidos.

— Una cosa es que nos ayudeís desde fuera, más o menos y otra cosa es que os metaís tanto en esto. Tiene muchos riesgos. — Dijo Rafa intentando convencerles.

— ¿Y qué? — Dijo Beny molesto.

— Beny que no.

— Solo queremos ayudar. — Dijo Morad.

— No hace falta, bastante jodidos estamos nosotros como para que ahora os salpique a vosotros. — Dijo Julia tratando de convencerles.

— No nos va a salpicar nada.

— Eso no lo sabes, Beny. Ya te dije que a por Jazmín podéis ir, pero al intercambio no, porque os pasa algo y no me lo podría perdonar..

— ¿Y tu sabes si nos va a salpicar? No voy a dejar que os pase algo, cuantos más seamos mejor.