Capítulo 52: Rayadas

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Pasaron dos meses y medio ya Julia le dieron la libertad por su buen comportamiento y alguna colaboración con la policia. Durante este tiempo Jazmín estuvo viviendo con Morad, aunque de vez en cuando iba a ver a Javi a su piso.

Julia salió de la cárcel y avisó a Jazmín para que fuera a por ella.

JULIA;

Qué bien, por fin he salido, qué ganas tenía. Aun que ahora veré mucho menos a Lali... Por desgracia ella tendrá que estar aquí unos meses más. — Pensaba Julia mientras salía de la cárcel.

¡Jazmín! — Dijo Julia mientras corría a abrazarla.

Ay Julia, qué me haces daño. — Dijo Jazmín riéndose.

— Perdón, es que estoy muy emocionada.

— He venido con alguien...

— ¿Con quién?

— Hola Julia, cuanto tiempo. — Dijo Morad yendo a abrazarla.

— ¿¡Morad!? Estoy flipando. — Dijo Julia abrazando a Morad bastante contenta.

— Sorpresa, jeje.

— ¿Y Beny y Omar?

— No saben que Jazmín está aquí.

— ¿Y como no se han dado cuenta?

— La verdad es que no lo sé, Nayla no quiere que sepa nada Beny ya él no le veo muy preparado para contarle algo de ella y tampoco creo que sea muy conveniente contárselo a Omar, por si se lo cuenta a Beny, ¿sabes?

— Si, entiendo... ¿Y cuando se lo diréis?

— Cuando salga Nayla.

— Pero para eso quedan muchos meses todavía...

— Ya lo sabemos Julia, pero si Nayla no quiere que Beny sepa de ella tenemos que respetarlo. Bueno, vamos a mi casa no nos vamos a quedar aquí todo el día. — Dijo Morad mientras entraba al coche .

— Si si, vámonos.

— Por cierto Julia, ¿cómo es que te han dado la libertad?

— Porque me e portado bastante bien y bueno... He colaborado con la policía en alguna ocasión, no es que quisiese pero como me beneficiaba... Ah, y a parte que no han encontrado pruebas de que yo había estado en lo de Emilio.

— Y ahora que me acuerdo, Nayla me hace un tiempo que ibais a pedir el tercer grado, ¿cómo es qué a ti te han dado la libertad ya ella ni le han dado el tercer grado?

— Porque yo pedí directamente la libertad y a ella le han denegado el tercer grado.

— Joder, yo pensé que se lo daría...

— Y yo, pero por desgracia no se lo han dado.

Morad arrancó el coche y fueron para su casa, pusieron al día a Julia de bastantes cosas por el camino.

Después de veinte minutos llegaron a casa de Morad.

— Oye, ¿y nuestro piso? — Preguntó Julia al entrar a casa de Morad.

— Pues lo estaba pagando Javi, si te lo dije.

— Ah, sí, es verdad. ¿Pero ya no lo paga?

— El alquiler solo, pero no sé cuánto tiempo más estará pagándolo porque con Sofía no anda muy bien.

— Normal, ha cambiado mucho en la cárcel... La verdad es que hecho de menos a la Sofía de antes.

— Y yo, pero bueno, es lo que hay.

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