Inestabilidad mental

Capítulo 68: Moon Talk

NAYLA;

Joder, pues si que tarda este chico...

Estaba esperando a Beny en la puerta de mi portal, habían pasado ya alrededor de veinte minutos.

— Perdón por tardar tanto, he discutido con Fátima.

— No te preocupes, pero a la próxima avísame.

— Si, perdón... Bueno vámonos.

Fuimos al coche de Beny y nos dirigimos hacia el mirador de Francia. Se notaba que él iba algo tenso además de callado.

— Oye Beny, ¿estás bien?

— Si, simplemente estoy pensativo.

— Intenta desconectar y dejar de dar vueltas a las cosas, eso solo te sirve para rayarte.

— No es tan fácil cuando tienes el problema en casa.

— ¿El problema es Fátima?

— Si, bueno... Es que me controla demasiado, me siento ahogado con ella porque todos los días son lo mismo, no salgo de la rutina.

— Pues empieza por cambiar eso, si hablas con ella y no hace por donde ahí no es.

— Si lo sé, el problema es que la quiero.

— ¿La quieres o tienes miedo de salir de tu rutina? Porque una cosa es querer cambiarla y otra es hacerlo.

— Yo que se Nayla, no me gusta hablar de estas cosas.

— Bueno, tu sabrás, pero piensa en que no puedes seguir así.

Beny se quedó callado, no quiso contestarme así que volví a hablar.

— Si te quiere de verdad se dará cuenta de que lo está haciendo mal, de todas formas deberías pensar seriamente si te merece la pena estar así con ella.

— Si ella me quiere, pero no cambia y si ella cambiase estaríamos siempre genial. Antes cuando hemos discutido me dijo que iba a cambiar de verdad, que hasta te va a pedir perdón por lo de ayer.

— ¿Enserio?

— Si, la verdad es que me gustaría que te pidiese perdón delante mía, a ver de que manera lo hace...

— Delante de ti seguro que lo hace de muy buenas maneras, pero yo creo que seguirá igual después, no sé...

— Pues no sé, pero espero que cambie porque estoy muy cansado de estar siempre así con ella.

Seguimos un rato hablando de Fátima, hasta que Beny quiso cambiar de tema. Pasaron unas horas y llegamos al mirador de Francia, íbamos a ver el atardecer pero era algo pronto todavía.

— ¿Qué hacemos hasta que sea más tarde?

— No sé Nayla, podemos dar una vuelta por la zona que nunca hemos ido por aquí solo hemos ido al mirador.

— Vale, voy a mirar el mapa.

Cogí el móvil y me metí al mapa a ver que había por la zona, vimos que había una playa a unos kilómetros.

— ¿Quieres ir a la playa?

— ¿No crees que habrá mucha gente ahora?

— Si, puede ser... Bueno, ¿te parece si damos una vuelta por esa zona?

— Vale.

Beny volvió a arrancar el coche y nos acercamos al centro de Angelès-sur-Mer para investigar un poco la zona. Era una localidad bastante bonita aunque no había nada de otro mundo.