NAYLA;
Me encuentro súper mal, no tengo fuerza para nada... Entre la ansiedad, lo que me duele la mano y los porros que me e fumado... Tengo que irme de aquí, no puedo estar así.
Me conseguí levantar pero estaba muy débil, me iba tambaleando hasta que caí nuevamente al suelo.
Mierda... Que daño me e hecho en la mano joder, me estoy empezando a agobiar un montón, nunca me había pasado algo así. Tengo que llamar a alguien, siento que me voy a desmayar.
Cogí el móvil y marqué a Morad, fue el primer contacto que vi.
— Dime Nay, ¿todo bien?
— No, necesito que vengas al mirador de Francia.
— ¿Qué ha pasado?
En ese momento dejé de contestar, no tenía fuerzas para hablar si quiera.
— ¡Nayla! Joder, contesta.
— Ven ya. Me encuentro muy mal.
— Tranquila, voy para allá. ¿Qué ha pasado?
Dejé de contestar nuevamente, me desmayé.
— ¡Nayla! Joder, contéstame por favor.
MORAD;
Morad colgó y llamó lo más rápido que pudo a Beny.
— ¿Qué pasa tete? Ahora no me pillas en buen momento...
— Te necesito, baja ahora mismo.
— ¿Qué ha pasado?
— Ahora te cuento, baja ya. Tenemos que ir al mirador, ya.
— Joder, ¿le ha pasado algo a...?
— Si Beny, baja ya joder. Te espero en tu coche, no tardes.
— Voy, voy. — Finaliza la llamada.
Espero que no haya pasado nada grave, debería avisar a Julia y Jazmín, pero no hay tiempo para estar esperando a que bajen y posiblemente estén durmiendo... — Pensaba Morad mientras salía de su casa lo más rápido posible.
A los minutos Morad llegó al coche de Beny, él estaba dentro esperando a Morad, se dio bastante prisa en bajar.
— ¿Me puedes explicar que ha pasado?
— Arranca. — Dijo Morad entrando al coche de Beny.
— Tranquilo Morad. — Dijo Beny mientras arrancaba y salía del aparcamiento.
— No sé que le ha pasado a Nayla, me ha llamado y me ha dicho que no se encontraba nada bien, que fuese allí a por ella. De repente a dejado de contestar, me repitió que fuese para allá y dejó de contestar definitivamente. Se la notaba muy débil, no sé que le habrá pasado.
Beny en ese momento no dijo nada, tras haber escuchado a Morad lo que hizo fue acelerar un montón hasta qué llegaron a la autopista y empezó a acelerar llegando a los 300 km/h.
— Beny, estas muy callado...
— Esto ha sido por mi culpa, si no la hubiese dejado ahí... No la hubiese pasado nada de esto, joder.
— No te machaques, no tienes la culpa.
— Si la tengo Morad, la he cagado pero bien. No fui casi ni capaz de mirarla a la puta cara, mintiéndola con que ya la había olvidado, cuando no es así.
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Inestabilidad mental
Ficción históricaA Nayla le acaba de dejar su novio después de casi dos años de relación, le puso los cuernos con una de sus mejores amigas, Noelia. De madrugada le llegó una llamada de uno de sus mejores amigos (Rafael), diciéndole a Nayla que Emilio (el narco para...