Cap. 45

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El frío de mediados de Febrero golpeaba con fuerza mi rostro. Metí mis manos en los bolsillos y comencé a andar por la calle observando todo a mi alrededor.

Ya habían pasado casi dos meses desde que todo acabó con Ed y todavía no me hacía a la idea.

En ocasiones me pillaba a mi misma mirando desde la ventana de mi habitación a la suya con la esperanza de encontrar su mirada.

Salí de mis pensamientos en cuanto llegué a esa pequeña cafetería que visitaba con frecuencia últimamente.

El sonido de la campanilla al abrir la puerta me hizo sonreír. Pasé junto a la barra saludando con una sonrisa a la camarera y jefa del establecimiento.

- ¿Lo de siempre?- Me preguntó sonriendo.

Asentí y después me dirigí a mi mesa habitual desprendiendome del abrigo y el gorro.

Tras unos minutos mi capuchino de vainilla llegó.

Las cosas en casa cada vez estaban mejor, Cristian y Sam estaban como al principio y él parecía estar comprendido la situación de Dany y eso me hacía inmensamente feliz.

Y bueno, con Isaac seguía llevándome a las mil maravillas. De hecho, últimamente pasábamos mucho tiempo juntos...Él sabía todo lo ocurrido con Ed y aunque yo nunca le conté mis verdaderos sentimientos hacia él, estaba segura de que los conocía.

Saqué el móvil que Sam me había comprado la semana pasada cuando decidí contarles que hice con el antiguo y marqué su número.

*Narrador secundario*

Paré la partida al escuchar ese sonido.

Vi como Isaac se levantaba y se dirigía hacia la mesa donde descansaba su móvil.

- ¿Sí?- Me miró y al instante sabía de quien se trataba- ¿Ahora?- Preguntó rascándose la nuca- Espera un momento- Dijo para luego apartar el teléfono de su oreja y poner la mano en el micrófono.

Bajé mi mirada al suelo al ver como sus labios estaban en una fina línea.

- ¿Es ella verdad?- Pregunté en voz baja.

- Sí- Dijo esperando mi reacción.

Resoplé con frustración dejando el mando a mi lado y me levanté pretando mis puños.

- Escucha, puedo decirle que estoy ocupado si quieres...

- No- Le interrumpí empezando a coger mis cosas- No importa.

-Ed, ella y yo sólo somos amigos...- Escuché que decía a mis espaldas y suspiré asintiendo.

- Lo sé, pero por lo menos sois algo- Dije para luego dirigirme a la salida- Ya nos veremos.

Cerré la puerta de un portazo para luego llevarme las manos a la cabeza conteniendo la rabia.

Desde ese día no habíamos hablado ni una sola palabra, ella ni si quiera me miraba, actuaba como si yo no existiera y eso dolía como el infierno. Siempre pensé que seria yo el que acabaría haciéndole daño pero no fue así.

Después de nuestra última charla la había llamado pero no contestó ni una sola vez, fui a su casa pero Dany siempre me decía que no estaba o que se encontraba mal así que no pude verla.

Cuando salíamos todos juntos ella no venía, al cabo de unas semanas me enteré de que solo quedaba con los chicos cuando yo no estaba.

Y ya no podía más. Sentía que si seguía pensando en ella jamás podría olvidarla pero tenia que hacerlo y pronto.

AlexiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora