Alexia

Cap. 39

Abrí los ojos nada más escuchar un grito procedente del piso de abajo.

Tras unos segundos unos ligeros golpecitos sonaron en la puerta de mi habitación.

Me levanté aún medio dormida y caminé hacia la puerta somnolienta. Al abrir encontré a una pequeña Ashley con los ojos enrojecidos que me miraba con miedo.

- Hey, ven aquí- Susurré cogiendola entre mis brazos.

- Es papá, se está peleando de nuevo con Dany- Murmuró la pequeña aferrandose a mi cuello mientras las lágrimas rodaban silenciosas por sus mejillas.

Cerré la puerta y me encaminé hacia la cama.

Últimamente era pelea tras pelea. Cristian volvió a hablar con Dany un día después de que yo saliera del hospital. De eso ya hacían cuatro días y durante todo ese tiempo se empeñó en querer buscarle ayuda. Decía que aquello que le pasaba era sólo una mala época y que en cualquier momento se le pasaría.

No lo entendía. Y por mucho que Sam o yo inentasemos hacerle entrar en razón no había manera. Y dolía.

Dolía mucho ver a Dany todos los días con esa mirada partida. Dolía tener que abrazar a una Sam desesperada por la situación. Dolía intentar explicarle a Ashley la situación y dolía ver como Cristian nos estaba perdiendo y se estaba perdiendo.

- Tranquila pequeña, ¿Que te parece si esta noche también duermes conmigo? Será divertido- Dije haciendo que la niña asintiese limpiandose las lágrimas.

- ¿Puedes dejar la lámpara encendida?- Preguntó mientras la arropaba bajo las sábanas.

- Por supuesto- Sonreí dándole un pequeño beso en la frente- Ahora descansa un poco que yo enseguida vuelvo ¿si?

Después de esto ella cerró los ojos y yo caminé fuera de la habitación.

A cada paso que daba los gritos se escuchaban con mayor intensidad. Cuando llegué al comedor observé la situación de cada noche.

Sam en el sillón derrotada, Dany con la mirada gacha frente  a un Cristian angustiado.

- Pero hijo, piénsalo, esto le puede pasar a cualquiera pero todavía puedes curarte. Buscaré a los mejores psicólogos, a profesionales que entiendan del tema. Esto se te pasará y volverás a ser normal.

Un pinchazo me invadió el estómago. ¿Volver a ser normal?

- Cristian- Susurré al ver la mirada de dolor que me dirigió Dany.

- Ahora no Alex- Me dijo sin mirarme- Dany, dame un voto de confianza, saldremos de esta- volvió a decir esperanzado.

- Cristian, déjalo- Volví a decir esta vez más fuerte son recibir respuesta.

- ¡Quieres escucharme maldita sea!- Gritó haciendo que Sam diese un respingo- ¡Si no pones de tu parte no podré atudarte!

Dany elevó la mirada y la clavó en los ojos de su padre.

- ¿No lo entiendes? No quiero que me ayudes papa. No quiero cambiar- Dijo y Cristian gruñó enfadado.

- Maldita sea- Escupió pateando la silla que estaba a su lado.

- Cristian ya basta. Quiero que pares. No permitiré que hagas lo mismo noche tras noche- Elevó Sam la voz....como cada noche.

- ¡Tu también tienes la culpa de todo esto! ¡Lo educaste como a una niña!- Gritó fuera de sí de nuevo y yo cerré los ojos- ¡¿En vez de fingir que lo entendéis por qué no intentáis ayudarle?! ¡Está mal, no sabe lo que hace!