Cap. 30

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- ¿Y bien?- Pregunté mirándola.

Nos encontrábamos sentadas sobre mi cama ambas con las piernas cruzadas, una frente a la otra.

Apartó la mirada de su móvil al que había estado mirando desde que entramos y sonrió.

- ¿Qué quieres saber?- Preguntó.

- ¿Como es que ahora hablas?

Era extraño estar hablando con ella. Antes nos comunicábamos con miradas cómplices y gestos y ahora... No quería parecer una mala amiga, debería alegrarme, pero no me gustaba su nueva forma de ser.

Eres horrible.  Me reprendí.

- ¿Estas segura de  querer saberlo?- Bromeó riendo.

La miré impasible levantando las cejas.

- Vale- Añadió en voz baja- Veo que no estás de humor.

- ¿Vas a contármelo?-  Pregunté sin más algo enfadada-Porque la verdad no quiero perder el tiempo. Y no, no estoy de muy buen humor.

¿Por qué me estoy comportando así?

- ¿Te pasa algo conmigo? Desde hace una semana estas tan...distante. Pensaba que eramos amigas Alex- Dijo con voz baja mirando a sus dedos que jugaban con un peluche de un perro que me dio Ash hace unos días.

Suspiré.

- Lo siento- Dije echando mi pelo hacia atrás- Lo siento de verdad, no tengo ni idea de que me pasa.

Asintió y luego me miró. Conocía esa mirada. La ponía siempre que ocultaba algo.

Como hace unos días cuando llegó tarde a clase. Se sentó a mi lado y me miró de la misma manera antes de girar su vista hacia el profesor que continuó con la clase. Al principio no entendí esa mirada hasta que un minuto después entró Ed haciendo que yo me revolviera en mi asiento. Ella volvió a mirarme completamente sonrojada y ahí lo entendí, habían estado juntos.

Una punzada dio lugar en mi estómago al recordar aquello que rápidamente borré de mi mente.

- Desembucha- Le dije con una media sonrisa pintada en los labios.

- Nada- Dijo deprisa.

- ¿Enserio? Vamos, conozco esa mirada.

Me volvió a mirar esta vez más nerviosa y tragó saliva antes de aclararse la garganta y comenzar a hablar.

- Creo que lo que te pasa es Isaac- Se puso seria de repente- Desde que tú y él sois amigos te has ido distanciando de nosotros y bueno... estas diferente.

- ¿Qué?- Pregunté haciéndome la ofendida- Eso no es cierto.

Ella elevó las cejas y se cruzó de brazos.

- No soy lo única que lo piensa. Tus amigos también, hasta...Ed me lo dijo un día.

La miré boquiabierta ¿Qué tiene que ver él en todo esto? Últimamente ellos pasaban mucho tiempo juntos y entendía que hablasen pero no tenían por que hacerlo de mí.

Iba a responderle algo cuando el timbre me interrumpió.

Nikol miró la pantalla de su móvil y una sonrisa se instaló repentinamente en su rostro.

- ¿Qué te parece si hablamos de esto en otro momento?- Dijo al tiempo que se levantaba.

- ¿Hablas enserio? Tenemos que hablarlo Niki- Dije enfadada.

- Sí, no es algo tan importante. Tú sólo piensa en ello- Se acercó a la puerta alisando su vestido.

- ¿Qué es más importante que hablar con tu amiga?

- Bueno...eso de amigas, desde que andas con Isaac no está muy claro- Dijo distraída y seguidamente un tenso silencio se instaló entre nosotras.

Seguramente debió darse cuenta de lo que acababa de decir por qué se giró mirándome arrepentida.

- Quiero que te vayas de mi casa- Sentencié adelantándome y saliendo antes que ella de la habitación.

Bajé las escaleras corriendo y me topé de frente con el que sospechaba era el causante de la reacción de Nikol. Seguramente él le avisó de que estaba ahí y por eso quiso terminar nuestra conversación.

- Gatita- Saludó serio. Tenía mejor pinta que esta mañana cuando lo ví pero seguía viéndose muy demarcado.

- Edward- Pasé de largo de él que se encontraba junto a Dany llegando hasta la puerta. Los dos me siguieron con la mirada confundidos- ¡Nikol!- Grité.

Pasaron tres segundos y pude ver como bajaba las escaleras temerosa.

- Alex no quería decir eso solo...

- Largate- Dije haciendo que Dany y Ed abriesen los ojos como platos.

- Yo...- Intentó hablar pero no dejé que terminase.

- ¡Fuera de mi casa!

Ella se sobresaltó y caminó rápidamente hacia la salida. Cuando estuvo frente a mí me miró con disculpa y luego suspiró girándose sorprendentemente hacia Ed.

- ¿Vienes?- Preguntó mirándole con una pequeña sonrisa.

No lo puedo creer. 

La miré fusilándola con la mirada. La rabia que sentía ahora mismo era demasiado grande como para medir mis actos sé que ella era mi amiga o al menos hasta hace unos minutos pero realmente estaba enfadada.

Agarré su brazo y sin ningún esfuerzo la saqué fuera de la casa y estampé la puerta en sus narices sin medir mi fuerza.

Solté un pequeño grito de frustración más parecido a un gruñido y tapé mi cara con las manos.

¿Nunca os ha pasado que estáis tan enfadados que os dan ganas de romper todo lo que hay en vuestro camino?

No podía creer lo extraña que había sido esa tarde. Al principio estuvo genial hasta que llegó Isaac y todos se enfadaron haciéndome enfadar a mí también. Luego fue genial de nuevo, que digo, más que genial y ahora venía ella a estropearlo todo.

- Dios- Eché mi pelo hacia atrás a la vez que abría mis ojos.

Enfrente mío estaban Ed y Dany estáticos mirándome asustados.

- ¿Algún problema? Si no es así largo, quiero estar sola- Dije andando a las escaleras y sentándome en el tercer escalón. Mi voz sonó demasiado débil pero ya no podía hacer nada. Dany negó y Ed se puso serio apretando sus puños de repente.

Dany se fue negando con la cabeza y el otro le susurró algo como ‘Ahora te alcanzo’.

Cuando Dany desapareció Ed se acercó a mí decidido.  Pensaba que me reclamaría el echo de haber echado a Nikol pero no fue así. Se sentó a mi lado y suspiró.

- ¿Qué ocurre?- Me preguntó clavando su mirada en mí.

Suspiré al igual que él volviendo a cerrar los ojos.

- ¿Ahora me hablas?

Escuché como se reía ligeramente.

- Digamos que he establecido una pequeña tregua- Dijo sonando extrañamente tierno- ¿Qué ocurre?- Volvió a  preguntar.

Sentía su mirada clavada en mí pero no me molestó. Abrí los ojos y me giré par mirarle encontrándome con su penetrante mirada.

- ¿Sigues teniendo esa moto de la que tanto presumes no?- Pregunté después de una pequeña pausa en la que solo nos miramos a los ojos sin decir nada. Él asintió confundido- Bien.

Me levanté tendiéndole la mano que aceptó extrañado.

- Necesito salir de aquí.

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Un besito enorme, Sophie.

AlexiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora