Escuché como el motor se apagaba de nuevo y entonces abrí los ojos.
No es que no me gustaran las motos, de hecho siempre había querido tener una. Pero el hecho de que Edward sobrepasara los límites de velocidad conduciendo temerariamente y poniendo nuestras vidas en peligro no terminaba de agradarme.
Bajé agradeciendo a dios que siguiéramos vivos y me paré en la acera. Habíamos llegado a nuestra calle, Ed aparcó en silencio la moto frente a su garaje. Lo miré mientras él bajaba del vehículo con dificultad debido a la herida que seguía sangrando en su costado. Me sentía culpable por lo que le había sucedido, si no hubiese venido a ayudarme ahora no tendría esa horrible raja atravesando su piel. La verdad es que no se que habría pasado conmigo si no hubiera llegado él...o bueno sí, probablemente aquel chico me habría clavado la navaja y hubiera muerto desangrada en ese mismo lugar, pero por lo menos no tendría ese sentimiento de culpabilidad presionandome el pecho.
- ¿Te vas a quedar ahí parada?- Su voz me sacó de mis cavilaciones y enseguida llevé mi mirada a sus ojos.
- Esto..no- Miré hacia el otro lado de la calle fijandome en que Cristian y Samantha todavía no habían llegado.
- Bien, pues adiós.
- ¿Quieres venir a casa?- Dije sin pensar, me sentía demasiado culpable como para dejar que se fuera herido a su casa...O eso es lo que quieres creer Alex.
- ¿Cómo dices?- Preguntó frunciendo el ceño y mirándome extrañado.
- Bueno, ya me has oído- Dije nerviosa ¿Que me pasa?- Lo decía porque no puedo dejar que te vayas herido, no me quedaría tranquila. Te puedes quedar hasta que vuelvan Cris..
- No necesito que te preocupes por mí- Me cortó tajante- No necesito que nadie se preocupe.
Después de decir eso se dio la vuelta y comenzó a andar en dirección a su casa, cojeando con la mano en el costado y respirando con dificultad. Debía admitir que no sólo era la preocupación lo que me había hecho invitarle a casa, el miedo había influido bastante en esa decisión ¿Miedo yo? Eso si que era extraño. Pero habían estado a punto de matarme esta noche es normal que tuviera miedo y necesitara a alguien ahí ¿no? Miré rápidamente hacia atrás observando la ventana de mi habitación y respiré profundo mientras me giraba.
- Edward- Lo llamé acercandome, era mi última oportunidad para convencerle. Me miró con cansancio
- ¿Qué narices quieres ahora? Ya te he dicho que no voy a ir a tu casa, si lo que quieres es compañía para no estar sola contrata un stripper- Se giró de nuevo sacando las llaves del bolsillo de su pantalón- Ah, y procura que esta vez no intente matarte- Será idiota.
- ¿Cómo piensas explicarle a tus padres el motivo de que tienes una herida de navaja en el costado, que además toda tu ropa esta manchada de sangre y que por si fuera poco tus nudillos están machacados?- Al terminar de escucharme separó rápidamente la su mano de la puerta llevándosela de nuevo al bolsillo. Me crucé de brazos y levanté una ceja en señal de victoria.
- Mierda- murmuró posando ambas manos en su cabeza mientras andaba de un sitio a otro. Luego me miró furioso- Todo esto es por tu maldita culpa- Me dijo bruscamente y comenzó a acercarse a mi enfadado señalándome con el dedo- Eres una niñata que..- Debió de dar un mal paso ya que palideció al instante y se agachó llevándose las manos a la zona de la herida con una mueca de dolor.
Lo miré con preocupación e ignoré todo lo que me había dicho acercandome a él para ayudarle.
- Vamos, hay que curarte eso- No pudo oponerse ya que no podía ni hablar del dolor. Rodee su cintura con mi brazo y él puso el suyo sobre mis hombros. Caminamos juntos y cuando nos paramos frente a mi casa metí la mano en mi bolso para sacar la llave.
- Alex- Susurró Ed y antes de que pudiera responder, sentí como todo su peso recaía sobre mí haciéndome perder el equilibrio. No puede ser.
"""
Ya no me quedaban uñas para morder y si continuaba andando marearía a la gente que me observaba extrañada. Estaba en la sala de espera de un hospital no muy grande, situado en la otra punta de la ciudad. Cuando Edward se desmayó llamé sin perder tiempo a una ambulancia que tardó como veinte agónicos minutos en llegar. No se muy bien como sus padres no se enteraron del ruido que hacia la condenada sirena del vehículo pero supongo que así era mejor.
Llevaba demasiado tiempo esperando noticias sobre el chico y cada minuto que pasaba los nervios aumentaban. Si nadie me decía nada en tres minutos acabaría explotando. Suspire frustrada y a continuación mi móvil comenzó a sonar haciendo que las personas de mi alrededor me mirasen con desaprobación. Ignoré las miradas y me separé un poco de la gente par hablar más tranquila, en cuanto descolgué el teléfono Dany comenzó a hablar a gritos sin parar provocando que separara unos centímetros el aparato de mi oreja
- ¡Alex! Al fin respondes ¿dónde narices estas? ¿Estas bien? ¿Por qué te has ido? ¿Quieres que vaya a buscarte? ¿Con quién has ido? Voy a matarte, me tenias preocupadisimo pedazo de irresponsable, ya verás cuando te vea ¿Por qué no respondes a mis preguntas?
- Dany si te callaras podría hablar ¿No crees?- Le reproché- Escucha, me encontraba un poco mal y he ido a dar una vuelta..estoy bien tranquilo. Tu diviértete y no te preocupes por mi ¿vale?
- Pero..- Quiso decir algo pero en ese momento una enfermera entró en la sala de espera haciendo que centrara toda mi atención en ella.
- ¿Familiares de Edward Tyler?- Un escalofrío recorrió mi cuerpo.
- Luego hablamos Dany tengo que colgar, adiós- Colgué y me acerqué apresuradamente a la enfermera. Me miró de arriba a abajo extrañada.
- ¿Eres tú?- Preguntó frunciendo el ceño ¿Que problema tiene?
- Si- Le dije molesta- Soy su..- Las palabras se amontonaron en mi garganta y la voz se me fue apagando poco a poco. Yo no era nada de Edward, ¿llevaba toda la noche muerta de preocupación por alguien a quien odiaba? Esto pasaba con creces el surrealismo. Me obligué a mi misma a creer que lo hacía por culpabilidad y sacudí la cabeza- Una conocida, yo he llamado a la ambulancia.
- Bien- Dijo cambiando su expresión- Pasillo 12 habitación 134.
""""
Llamé a la puerta y a continuación tras escuchar un simple "pase" entré en la habitación. Dentro había un doctor que tras presentarse me invitó a sentarme, me explicó la situación en la que se encontraba Edward.
- Esta bien, se recuperará pero para ello debe reposar mucho. Ha perdido mucha sangre y de ahí el desmayo pero nada de que preocuparse- Hizo una pausa para terminar diciendo- Recomiendo que no haga muchos esfuerzos hasta que no este cien por cien sano. Unos minutos más tarde y hubiese entrado en coma.
Después de hablar conmigo el doctor se despidió diciendo que avisaría a sus padres y me dejó en la habitación. Me levanté de la silla y me acerqué a la cama mirando por primera vez desde que entré en la habitación a Ed. Su cara estaba pálida y parecía cansado, mis manos volaron sin querer hacia su mejilla y acaricié su piel con la punta de mis dedos.
- ¿Qué se supone que haces gatita?
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Sophie
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Alexia
Teen FictionAlex, una chica normal dentro de lo que cabe. Con un carácter un tanto impulsivo y muy dura de pelar. No muestra sus sentimientos a nadie desde que perdió a sus padres a una muy temprana edad. Desde entonces no ha vuelto a ser la misma. Hasta que un...