Cap. 37

57.8K 3.9K 479
                                    

Escuché unas voces a mi lado. Hablaban en susurros así que no pude distinguir exactamente lo que decían pero no parecía ser bueno ya que se escuchaban alterados.

Intenté poner más atención y finalmente pude distinguir quiénes eran. Sam y Cristian.

- ¿Y qué más da? No veo por qué tienen que expulsarla a ella que no hizo nada. Pienso presentar una queja.

- Cristian por favor, sabes perfectamente que ella también le pegó. Es normal que el consejo de profesores haya tomado esa decisión.

- Deberían haber expulsado más tiempo a la otra. Le ha dado un golpe demasiado fuerte, por el amor de dios ¡Lleva dos días en esa cama!

¿Me han expulsado? ¿Llevo dos días dormida?

Me agobie de repente e intenté levantarme pero sentí como si el cuerpo me pesará toneladas.

- A mi no me importa que esté expulsada...Solo quiero que se despierte- Dijo Sam desesperada- Solo quiero ver que está bien.

Escuché un suspiro por parte de Cristian y luego silencio.

Abrí los ojos lentamente comenzando por ver un techo blanco un tanto borroso.

- Yo también quiero ver que está bien- Añadió finamente Cristian- Tranquila, lo va a estar, ella es fuerte.

Giré mi cabeza hacia ellos e intenté aclarar mi vista. Cuando por fin lo logré pude ver como estaban abrazados el uno al otro y una felicidad inexplicable me recorrió el cuerpo.

Llevaban mucho tiempo peleados y eso no les estaba haciendo bien.

De repente llamaron a la puerta.

Ellos se separaron, Sam limpiándose las lágrimas y después susurró «pasen»

Yo cerré los ojos haciéndome la dormida.

- Mamá- Reconocí la voz de Dany.

- Hola Sam ¿Qué tal sigue?...Cristian- Saludó Javi.

- Creo que ya es hora de irme- Dijo de repente Cristián volviendo a su tono amenazante.

Y toda la felicidad que había sentido hace un momento se fue. Todavía no había perdonado a Dany.

Decidí abrir los ojos de nuevo e intenté incorporarme.

- Lexi- Susurró Javi desde el sitio.

- Oh por dios Alex- Dijo Sam de nuevo con lágrimas en los ojos. Corrió hasta mi y me abrazo como si llevará siglos sin verme.

Un dolor se instaló en mi pecho. No podía devolverle el abrazo.

Me estaba abrazando como una madre preocupada abraza a su hija y... La última vez que mi madre me abrazó así, no volví a verla.

Al sentir que no le devolvía el abrazo se separó lentamente y pude notar el dolor en sus ojos. Sentí como si una cuchilla me rajaba la piel.

Lo siento Sam. No quiero perderte.

- No sabes como me alegro de que estés bien Alex- Me susurró acariciándome la cara.

- Yo también pequeña- Apareció Cristian de repente a su lado. Me abrazó casi de la misma manera y después me dio un beso en la frente como solía hacer todas las mañanas.

Sólo pude sonreír ya que sentía la garganta seca.

- Iré a avisar a una enfermera- Anunció Sam cogiendo su bolso de la silla.

AlexiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora