Vi como Isaac se alejaba por la calle con las manos metidas en los bolsillos.
Analicé mi estado emocional internamente.
Tenía una especie de mal estar en el estómago y un leve dolor en la cabeza que no me dejaba pensar bien en todo lo que me había contado.
- Hola.
Giré mi cabeza cuando escuché una voz saludarme.
- Oh, hola Sam- Le sonreí forzadamente.
- ¿Qué haces aquí parada?- Preguntó curiosa con una sonrisa.
- Me he despedido de un amigo, ya iba a entrar.
- Bueno, ya que estas aquí ¿Podrías cruzar a casa de los Tyler a recoger a Ashley? Así yo vuelvo y termino de hacer la cena, hoy Fiona tenía el día libre.
¿A casa de los Tyler? Tenía unas inmensas ganas de negarme a aceptar ya que no sabría como mirar a Ed a la cara sin recordar todo lo que Isaac me había contado. Pero no me costaba nada hacerle el favor a Sam y además, no haría falta ni que entrase, podría quedarme en la puerta para evitar encuentros incómodos ¿no?
Sí, eso es lo que haré.
Tras meditarlo unos segundos más dirigí mi vista de nuevo a Sam y asentí.
- Claro, no hay problema- Sonreí.
- Bien, muchas gracias. Mandale saludos a Elisa de mi parte.
- Está bien- Nos dedicamos la última sonrisa, ella volvió a cruzar el jardín apresuradamente de vuelta a casa y yo comencé a andar hacia el otro lado de la calle.
Toqué el timbre cuando ya estaba frente a la puerta y tras unos segundos de espera esta se abrió.
Mierda.
- Alex- Dijo Ed mirándome con el ceño fruncido.
Tenía pinta de haber estado durmiendo ya que tenía el pelo algo revuelto y los ojos entrecerrados.
El aire se cortó de nuevo en mis pulmones y el mal estar de mi estomago incrementó considerablemente.
Respira Alex.
Le miré sin decir nada. Cuanto había sufrido. Estaba a punto de mandarle una mirada de compasión involuntaria pero algo me paró.
A ti no te gustan las miradas de compasión.
La voz en mi interior acertó como siempre hacía y gracias a eso pude respirar hondo y hablar como si no supiera nada.
- Vengo a por Ashley ¿Puedes decirle que salga?
Hablé apresuradamente y con la voz un tanto extraña, como si tuviese la garganta seca o algo parecido.
- No está, se ha ido hace un rato con Diego y mis padres a dar una vuelta.
Al decir esto, se estiró como un gato estirando los brazos y después me volvió a mirar con una sonrisa muy impropia de él.
Tengo que despedirme y largarme de aquí.
- Oh, está bien, pues ya pasaré luego o vendrá Sam. Adiós.
Me di la vuelta para irme felicitándome internamente por haber sido tan directa cuando su voz interrumpió mi huida.
- Espera, no tardarán mucho en volver si quieres puedes quedarte y esperar dentro.
¿Qué? Fruncí el ceño. ¡Niegate! Pon alguna excusa y vuelve a casa.
ESTÁS LEYENDO
Alexia
Teen FictionAlex, una chica normal dentro de lo que cabe. Con un carácter un tanto impulsivo y muy dura de pelar. No muestra sus sentimientos a nadie desde que perdió a sus padres a una muy temprana edad. Desde entonces no ha vuelto a ser la misma. Hasta que un...