No sé exactamente por qué, pero al ver de quién se trataba mis piernas se quedaron quietas y la sangre se me paralizó en las venas.
No sabía que decir, apreté los labios y entonces la chica también se giró ¿Cómo no pude reconocerla antes? su pelo no se podía comparar con ningún otro, pero ¿Qué hacían juntos?
Dejé de respirar por un momento y todo quedó en un silencio abrasador. Los dos me miraban expectantes y yo les devolvía la mirada paralizada. ¿A qué viene todo esto? ¡Reacciona! Me reprendió mi subconsciente y en parte me ayudó a salir de la especie de trance en la que me encontraba. ¿Qué me importa?
- Alex..¿Ocurre algo?- Preguntó él en voz baja mirándome con cautela.
Carraspeé y aparté la mirada avergonzada dirigiendo mi vista al suelo.
- No, eh..me he perdido. Lo siento de nuevo por interrumpir- Dije frunciendo el ceño- Bueno, seguid con lo vuestro..Luego nos vemos Niki.
Ella me sonrió tímidamente y pude percibir como sus mejillas tenían un intenso color rojo. Apreté más mis labios y luego mi mirada se posó en los ojos de su acompañante.
- Edward- Dije con un asentimiento de cabeza que él me devolvió.
Me di la vuelta cerrando los ojos y comencé a andar. ¿Qué narices acaba de pasarme?
"""""
Llevaba ya dos horas con Ashley. Después de comer, me había arrastrado hasta su habitación pidiéndome que jugase con ella y aquí seguía, jugando a las muñecas con esta pequeña encantadora.
Su cuarto era totalmente de color violeta con toques blancos. Las paredes tenían ese color, al igual que dos de las tres puertas del armario, y también la cubierta de su cama, entre otras cosas.
Todo parecía de princesa. Sonreí ante aquel pensamiento, ella era la princesa de la casa.
- Y esta es la señorita Barbie Mariposa- Me dijo enseñándome una delicada muñeca rubia, con un vestido rosa y alas de mariposa- Mis amigas dicen que es la mejor de todas.
- ¿Por qué?- Dije volviendo mi vista hacia ella.
- Pues porque...¿Es rubia y bonita?- Me respondió con otra pregunta frunciendo el ceño.
- ¿Qué?- Me empecé a reír- Eso no tiene que ver Ash.
Frunció más el ceño y apartó la vista sin decir nada.
- ¿Qué ocurre? - Le pregunté inclinando la cabeza a un lado.
- Es solo que...-Me miró indecisa y luego bajó la cabeza jugando con sus manos.
Yo me encontraba sentada en una gran alfombra redonda que tenía en medio de la habitación con cojines violetas y algunos juguetes. Y ella estaba de pie delante mio.
- Vamos, sabes que puedes contarme todo ¿Soy tu hermanita no?- Le animé con una sonrisa a seguir hablando y di unos golpecitos a mi lado.
Asintió con la cabeza y después se sentó frente a mí abrazando uno de los cojines.
- Es que ellas dicen que las princesas solo son rubias- Al decir aquello se sujetó un mechón de cabello y lo puso frente a sus ojos y después añadió en un susurro- Todas lo son. Las princesas no son pelirrojas.
En ese momento mi corazón dio un vuelco. ¿Qué clase de niñas perversas eran sus supuestas amigas? Me dolió todavía más ver como una pequeña lágrima rodaba por su mejilla y luego otra y otra, entonces no aguanté más y la abracé sentándola en mi regazo.
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Alexia
Teen FictionAlex, una chica normal dentro de lo que cabe. Con un carácter un tanto impulsivo y muy dura de pelar. No muestra sus sentimientos a nadie desde que perdió a sus padres a una muy temprana edad. Desde entonces no ha vuelto a ser la misma. Hasta que un...