Cap. 5

83.7K 4.8K 746
                                    

Sentí como unas delicadas manos me tocaban la cara y escuché unos murmullos cerca mío.

- ¿Crees que está muerta?- Era una voz muy dulce.

- No digas tonterias enano- Dijo otra voz un poco mas grave y que sonaba más lejana que la primera.

Poco a poco fui abriendo los ojos y al principio la luz me cegó provocando que los cerrara de nuevo y llevara mis manos a la cara.

- Está viva Ed ¡Viva!- Gritó el niño con su melodiosa voz.

- Claro que lo está. Solo ha sido un balonazo, ni que le hubiera tirado una bomba- Dijo con voz burlona el que por lo visto se llamaba Ed.

Idiota, una bomba hubiera dolido menos.

Mis ojos finalmente se acostumbraron a la luz y pude por fin abrirlos bien del todo.

Lo primero que vi fueron unos enormes ojos verdes que me miraban desde muy cerca.

- No la estas dejando respirar Diego, ven aquí- Unas manos sujetaron al pequeño del tronco y tiraron hacia atrás alejándolo de mí.

- ¿Como se encuentra la bella durmiente?- Volvió a decir el mayor.

- Con un terrible dolor de cabeza- Me quejé incorporándome mientras me sobaba la frente, ignorando su sarcástico comentario.

¿Bella durmiente?

- Vamos no seas cría y levantate del suelo- Dijo Ed alias el estúpido.

- Pareces una idiota ahí tirada.

Cretino. Pensé y miré a mi alrededor todavía con un leve pinchazo en mi cabeza.

- No le digas eso, pobrecita- Dijo el rubio de ojos verdes, que no tendría más de cinco años, saltando de los brazos del idiota y extendiéndome la mano.

Qué ricura de niño.

Le miré interrogante y el agitó su mano haciendome una seña para que la tomase.

- Muchas gracias- Dije con una sonrisa de agradecimiento a la vez que tomaba su mano y me levantaba, haciendo yo fuerza.

- Veo que no todos aquí son unos hipócritas- Fulminé con la mirada al mayor que se quedó mirandome.

Miré mi ropa que se había ensuciado y comencé a sacudirla con las manos.

- Perdona si eres tan frágil muñequita, no me esperaba que con un balonazo de nada fueras a montar semejante numerito- Dijo mientras se daba la vuelta dejandome con la palabra en la boca y caminaba hacia el lado contrario de la calle.

- ¿Un balonazo de nada?- Grité pero él me ignoró abiertamente y siguió andando.

¿Qué problema tiene?

- Vamos enano- Miró al pequeño que me miró con ojitos de disculpa.

- Perdona, es que a veces se comporta como un tonto- Dicho esto me dió un beso en la mejilla y se echó a correr para alcanzar a su hermano.

Este niño no se parecía en nada al inútil se su hermano.

¿Enserio son hermanos?

Miré cabreada el suelo donde todas mis maletas se encontraban esparcidas.

Una de ellas se encontraba abierta y fuera de esta estaba el marco con la foto de mis padres conmigo el día de mi primer cumpleaños.

La cogí, se le había roto el cristal.

Un pinchazo de dolor invadió mi pecho y se formó un nudo en mi garganta.

- ¡Mierda!- Grité furiosa y volví a introducir todo en la maleta. Cogí el resto de las cosas y esta vez si que llamé al timbre sin pensarlo si quiera.

AlexiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora