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Dai llego a casa un más tarde de lo que había planeado, pero ya estaba ahí así que simplemente entraría para arreglar sus notas de mañana y poder impartir las clases sin ninguna interrupción. Fue curiosa ya que la casa de la estudiante Moretti estaba en la misma bajada solo que su casa estaba 3n una esquina a la derecha. Aparcó el auto y se bajó de el junto a su maleta para después abrir la puerta con sus llaves, en la sala se encontró a su hijo Merus quien veía la tele como si lo estuviera esperando, este lo saludo mientras guardaba su abrigo en el perchero.

- Padre te tardaste, todo bien en el camino?

- Sí hijo no te preocupes tardé porque dejé a una estudiante en la puerta de su casa y bueno hubo un pequeño malentendido.- menciono tranquilo mientras se dirigió a la cocina para prepararse su té de siempre. Merus al escuchar esto se levantó del sillón y siguió a su padre a la cocina para preguntarle más del asunto con un poco de preocupación.

- Pues que pasó? Te encuentras bien? .- se acercó a él para examinarlo a lo que él lo tranquilizó.

- Tranquilo Merus, como te dije fue un pequeño malentendido no escalo a mayores ya está todo aclarado.- le palmeo el brazo para luego soltarlo y tomar su taza de té.

- Esta bien padre, ten más cuidado la próxima no quisiera que te pasara algo.- sentenció un poco angustiado de solo pensar que algo le sucedería a su padre con quién se apegó de más después de la muerte de su madre.

- Así será, soy un hombre mayor puedo defenderme de cualquiera.- le acaricio la cabeza y se fue a la sala quitando su corbata para estar más cómodo.

Merus suspiro un poco más tranquilo y se fue al lado de su padre le gustaba pasar el tiempo con él, siempre lo admiro y lo quiso bastante ya que él solo lo crió a él y a sus hermanos, después de todo su madre había muerto muy joven para ser más específicos cuando él tenía solo 6 años, siempre la tuvo presenten en su memoria incluso su padre que a pesar de los años no busco otra compañera de vida.

Se dedico exclusivamente a su trabajo lo cual le trajo muchos bienes económicos y una posición muy buena para poder darles la mejor educación a él y a sus hermanos, aunque aún le faltaba para terminar la universidad, se podría decir que siempre fue el primero de su clase. Ver a su padre orgulloso de él lo hacia feliz.

Se quedaron un rato viendo las noticias, de paso ambos comentaban las cosas que tenían pendientes por hacer, al terminar su té Dai se levanto y le avisó a Merus que estaría en su estudio para preparar sus notas de mañana esta sintió y se quedó un rato más viendo la tele para luego irse a dormir.

...

Dai conducía tranquilo hacia la universidad, ese día estaba un poco más despejado por lo que se veía bonito le gustaba mucho el clima de Boston por eso postuló por una plaza para enseñar ahí, siguió conduciendo cuando de pronto una persona se apareció de repente y con toda su fuerza apretó el freno haciendo chirrear a las llantas, menos mal traía el cinturón porque podría haberse golpeado la cabeza en el timón.

Iba a fijarse en el orate que se atravesó en el camino para reclamarle su irresponsable actuar hasta qué se acercó a su ventana y resultó ser la estudiante Moretti. Estaba sorprendido por lo que bajó el vidrio y la saludo cortésmente, aunque aún seguía un poco molesto por su irresponsable acción, pero la expresión de la muchacha lo hizo olvidarse de ese enojo.

- Buenos días profesor Dai, disculpe sí soy grosera pero se me hizo tarde, me ayudaría a llegar a la universidad.- hizo un puchero tierno lo que le causó simpatía además de recordarle a su hija Vados cuando era tan solo una adolescente.

- Claro, suba Señorita Moretti.- está sonrió fugazmente y se fue al lado del copiloto.

- Tenemos clase hoy con usted, preparó algo interesante para nosotros?.- le habló con entusiasmo a lo que él volteó de lado un momento y le respondió sin dejar de mirar a la pista.

Según el planDonde viven las historias. Descúbrelo ahora