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Era extraño para Wiss estar en un hospital, él y sus hermanos casi nunca se enfermaban menos se metían en peleas, nunca imagino que su padre sería la razón para volver a ese lugar. Estaba sentado junto a él sin decir palabra, no  sabia tampoco que decirle o preguntarle asi que solo se quedó junto a el a esa camilla de hospital.

Dai despertó en esa camilla aturdido, cuando volteo vio a su hijo a su lado mas no le dijo nada, miro su brazo derecho en el cual tenía conectado el suero, no sentía dolor como tal pero era incómodo.

- ¿Cómo se siente padre?.- Wiss rompió el silencio que había en la sala, Dai volteo a mirarlo se notaba en cansancio en su mirada.

- *suspiro* No recuerdo la último vez que me pusieron suero. A parte de eso, solo estoy cansado.

- Ya veo. Puede decirme...- su pregunta fue interrumpida cuando dos oficiales abrieron la cortina de la habitación. Dai suponía que en cuanto despertara iban a hacerle algunas preguntas.

- ¿Como se siente Señor Hederson?.- preguntó el oficial con tono amable mientras su compañero sacaba una libreta.

- Cansado oficial.

- Es una lástima, de todas formas tenemos que hacerle unas preguntas.

- Oficiales creo que mi padre necesita descansar, no es el momento...- Wiss fue interrumpido por su padre aceptando ser interrogado, quería acabar de una vez con ese asunto e irse a casa.

- Adelante oficiales.

- Muy bien. ¿Por que motiva comenzó la pelea?

- Tengo que aclarar que yo no la comencé, el señor Wilson vino a mi propiedad de forma repentina para luego agredirme, no tengo idea del  porque. Sólo pensé en defenderme.

- ¿Con una navaja?.- Wiss quedo boquiabierto con eso, miro a su padre extrañado a lo que Dai de inmediato aclaro aquello.

- Reiteró, solo pensé en defenderme además, no era una navaja era un abrecartas.

- ¿Perforó y cortó la piel de un hombre de 80kg con un abrecartas?.- sonaba extraño pero era la verdad, la única arma que tenía podría considerarse el taser que en ese momento no lo llevaba consigo.

- Que puedo decirle.- soltó resignado a que posiblemente no le creyeran pero era la verdad.

- ¿Dónde esta su abrecartas?

- No lo se, creo que se cayó cuando me trajeron aquí.- el oficial le indicó a su compañero que fueran a buscar el arma, entonces el hombre de la libreta se retiro dejando a uno solo en la habitación.

- Agradecemos su colaboración señor Hederson.- se despidió de él no sin antes decirle algo caótico.- Lo admiro, puso a dormir a un tipo que le dobla en tamaño y peso.

- ¿Esta muerto?.- pregunto sin mas al oficial, quien se rio por la tranquilidad en que lo dijo.

- No señor. Buenas noches.- se retiro de la habitación dejando a padre e hijo a solas. Wiss quería saber más sobre el "abrecartas" de su padre además del motivo de la pelea.
Pero Dai lo interrumpió quería  dormir un rato, se sentía agotado pero no dolorido gracias al suero, sobre su codo sólo encontró una venda. Wiss le dio el diagnóstico de el estado suyo, tenía unos hematomas en la cara pero no era la gran cosa, su labio estaba partido, tenía unas cuantas marcas en su cuello a causa del agarre del hombre, su codo no se fracturó así que solo lo vendaron eso era todo sobre su estado sobre la otra parte no sabia como estaba.
Dai suspiro cuando escuchó su diagnóstico completo, poco le importaba los moretones en su rostro quién sí le preocupaba era Hether, si llegaba verlo así esta se preocuparía de más.

Según el planDonde viven las historias. Descúbrelo ahora