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Mientras Hether apuntaba en su libreta los datos importantes para el trabajo, Megan no dejaba de teclear su celular, por la expresión de su rostro supo de inmediato que estaba hablando con Merus, su "novio".

No le cabía en la cabeza que su amiga llego a enamorarse de alguien a quien solo vio un dia, es decir, no estaba mal pero sentia que se ilusiono muy pronto con él. Pero en fin, esperaba que su relación no terminara pronto y bueno al menos le facilitaba el contacto con Dai, no tendria que invetar excusas para acercarse más, quien diria que justo su profesor fue el hombre que le robó sus sueños y metas, justo en aquel momento que estuvo para ayudarla los primeros días de su llegada a Boston.

Se quedo pensativa en el aire por como se había enamorado de esa forma de su profesor, ahora entendía mejor aquel sentimiento, sentía genuinamente que su admiración habia pasado a ser amor, y que digamos empezó el primer día que lo vio le parecía tener una belleza genuina, luego al conocer su personalidad penso estar solo admirada hasta que empezó a llevarla y traerla a casa, en cuanto más necesitaba de una mente madura el estuvo ahí para ella, dispuesto a escucharla y darle consejos en esas múltiples conversaciones que tenían en su auto camino a la universidad. Después de todo lo que hizo por ella, esta no podía dejar de pensarlo y observarlo, sobre todo le despertó un increíble ardor en la piel esa vez que lo vio un día a escondidas acomodándose la corbata, esa imagen fue demasiado para su mente, además de gustarle su personalidad madura y tranquila le atraía demasiado.

Amor y placer, la mejor combinación para amar a alguien con locura. Esta se quedó quieta en su lugar reflexionando como fue que se enamoró de Dai y como empezó a planear encuentros espontáneos con él. Se burlaba mentalmente ya que a pesar de ser la primera de su clase, enviarle dulces de su tierra y hacerle conversaciones académicas aun no había señal de que él sintiera lo mismo que ella sentía por el, es decir, nunca rechazo una conversación, tampoco llevarla a casa y traerla, sobre los dulces se podría decir que era más un regalo secreto, pero de todo lo que hizo fue para él, seguía sin sentir que este le correspondiera. *Tal vez era tímido* pensó ya que una cosa que si no le agradaba demasiado de el es que fuera muy reservado, al punto de ser distante con las personas, cosa que algunos podrían interpretar como un complejo de superioridad o insensibilidad. Pero esta sabia que el no era así, solo le costaba ser más expresivo, sin embargo una vez que empezarán a salir esta le ayudaría a alivianar ese genio suyo y ser más demostrativo físicamente.

Tan metida se quedo en sus pensamientos que su amiga tuvo que agitarla para sacarla de sus burbuja. 

- Llamando a Hellen de vuelta al planeta tierra.- agito sus manos en frente de sus ojos para que despertara por completo de su viaje espacial a quien sane donde. Esta parpadeo desorientada, se arreglo el cabello mirando a su amiga con adusto por haberla sacado de sus bellas reflexiones.- Vamos amiga, te quedaste como 10 minutos mirando a la nada, por un momento pensé que tuviste una contusión cerebral.

- Como sería posible eso? no he recibido ningún golpe fuerte en la cabeza.

- Bueno cualquiera que mirara tu frente pensaría lo contrario.- apunto con el bolígrafo el moratón que tenia haciendo que esta retrocediera con dolor, aún le dolía.

- No digas tonterías.- se acomodo en la cama y respiro tratando de calmarse pensando en otra cosa que no le recordará el accidente, el plan b le había costado caro.- En vez de burlarte... dime de que conversas tanto con Merus.

- Ah.... bueno me habla de libros y pues al menos conozco algunos pero cuando no puedo comentarle al respecto cambio el tema, pero en general hablamos de lo que hacemos a diario, aunque la mayoría de veces yo le hablo de mis rutinas.- comento tranquila pensando que Hellen estaría alegre por ella pero esta no lo parecía ni de lejos. Esto la hizo tragar duro y tensarse un poco por la mirada severa que le estaba dando.

Según el planDonde viven las historias. Descúbrelo ahora