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Era viernes en la tarde para cuando sonó su celular en él pudo ver que Merus le había escrito, haciéndole recordar la cena de esa noche. Megan sonrió emocionada en los baños, una vez salió, fue a buscar a Hellen pero en el camino se encontró con Anton. Esta lo saludo pero al acercarse noto en su mejilla un moretón, esta rápidamente se preocupó al verlo.

- Anton! ¿Que te paso en la cara?.- lo tomó por los codos para que no se alejara de ella.

- .. tuve una discusión... nada grave.- quiso excusarse, pero la verdad era otra, todavía mucho peor.

- Si claro, se ve que fue inofensiva. Por favor dime? Sabes que puedes confiar en mi.- Anton se lo pensó un poco ya que era un asunto un delicado para él, pero necesitaba sacarlo, así que la llevo al patio para que pudieran conversar más tranquilos, ahí fue donde le pidió que no se lo contara a nadie ni siquiera a su persona de confianza. Esta asintió y alzo su mano en forma de juramento, entonces Anton empezó a explicarle lo que le había pasado, lo cual estaba ligado con su familia.

Resulta que hace un mes su primo Walter vino a su casa a pedir asilo ya que sus tíos lo habían echado, su madre al verlo de esa forma enseguida le permitió quedarse, aunque su padre no estaba de acuerdo pero decidió ayudarlo. Anton no tenía problemas en convivir con su primo ya que desde niños formaron una buena relación, así fue como entonces el clima de su casa se volvió más alegre ya que él era casi un comediante, además aportaba a la casa con un dinero que según él, lo ganaba de su trabajo como mesero en una pizzería.

De alguna forma ayudó a mejorar la estabilidad económica de su familia lo cual lo hizo ser más bienvenido, Anton estaba contento porque gracias a el se acabaron los problemas financieros, aunque no se preocupaba mucho ya que estudiaba por medio de una beca. Pero un día que salía de la universidad vio a su primo Walter con un grupo de chicos que se veían como unos pandilleros, este se preocupó pensando que era intimidado, los siguió con cuidado para ver qué hacían con su primo, así fue como se enteró del verdadero trabajo que tenía y del cual sacaba el dinero. Su primo no resultó ser más que un vendedor de Metanfetaminas, aquello pudo corroborarlo cuando miro por la ventana de la casa a la que había entrado él y la pandilla, ahí estaba a la vista su laboratorio donde fabricaban las drogas. Este se decepciono mucho de Walter, pero no dijo nada ya que a pesar de todo no quería que fuera a la cárcel.

Lo mantuvo en secreto un tiempo para saber qué es lo que haría, sin embargo su consideración se acabó al enterarse de que ya no solo le vendía a algunos adictos, sino comenzó a venderlas a jóvenes de una preparatoria cerca de su casa, eso lo sacó de quicio por lo que un día que sus padres no estaban lo enfrentó, pidiéndole que se detuviera este lo negó todo, pero él ya sabía la verdad así que lo amenazó con reportarlo a la policía si no dejaba de vender drogas.

Así fue como empezaron los problemas entre él y su primo haciéndose la relación más tensa entre ellos, sus padres lo notaron, pero él se hacía al desentendido ya que temía que no le creyeran, porque Walter esa semana se ganó a sus padres con la compra de un auto nuevo. Este le reclamó lo que estaba haciendo, sin embargo más que una muestra de arrepentimiento Walter lo amenazó para que no dijera nada dando paso a la pelea que pasó a los golpes.

Megan estaba sorprendida no pensó que Anton estuviera pasando por un problema tan grave, estaba sin palabras y sin ideas de como podría ayudarle a poner a su primo en evidencia.

- Your cousin is the worst..... No has pensado en grabarle una confesión? 

- Lo intenté pero el tipo es astuto, ahora cuando le hablo del tema finge no entender lo que digo.

- Vaya es un desgraciado...¿And the drug lab? Puedes tomarle fotos y enviárselas a las policía.

- También lo pensé, pero después de enfrentarlo volví al lugar y ya no encontré nada se movieron de sitio... Walter acted the moment I faced him.

Según el planDonde viven las historias. Descúbrelo ahora