19

56 3 1
                                    

El ambiente de la cena fue increíble, sin duda Merus se había esmerado para que fuera agradable para Megan, simplemente no tuvo palabras para describir el nivel de detalle que tuvo con ella. Se había conseguido al mejor novio del mundo además del suegro quién no se quedaba atrás.
La pasta que le sirvieron estuvo muy buena, el vino ni que decir se notaba la calidad con solo probarlo, nunca se imaginó tener a un novio acaudalado por ello mientras comía junto a él se propuso ser una buena compañera para él. 

La conversación fue agradable, aunque tuvo que cambiar algunos datos de sus hobbies personales, ya que a comparación con los de ellos, esta era diminuta por no decir ridícula, por lo que aparento ser un poco más "erudita", de todas maneras esperaba no tener que aparentar demasiado con su novio deseaba poder ser ella misma también. Todo iba perfecto hasta que recibió una llamada inesperada, se disculpó con ellos y se fue a un rincón para ver quién era, resultaba ser Hellen, estaba un poco dudosa sí contestarle o no, pero al final lo hizo imaginando lo que iba a decirle.

- Que paso?.- hablo en tono bajo para no ser escuchada por sus anfitriones.

- Ya inspeccione la casa, llego tu momento.- Hellen tenia una voz cansada y un poco escalofriante del otro lado, eso puso nerviosa a Megan, es especial por lo que seguía.

- *susurro* Hellen ....no creo que pueda.

- Claro que puedes.- casi ya le gritaba hasta que recordó que no estaba sola, así que hablo despacio calmándose sabiendo que no podía perder los estribos o se nublaría su mente y daría un paso en falso. 

- Ya esta bien. ¿Dondé tengo que ir?.- dicho eso Hellen le indico que fuera al jardín, entonces  terminó la llamada y de inmediato salió del baño para ir con sus anfitriones. Ellos esperaban pacientemente en la mesa, en cuanto volvió Megan empezó a poner en marcha la indicación de Hellen. Se acercó a su novio y susurró en la oreja algo que lo sorprendió, pero después puso una sonrisita y le avisó a su padre que saldría al jardín con ella un momento. Este asintió y ambos jóvenes salieron al jardín, Megan le había pedido observar las estrellas juntos a solas, en cuanto llegaron fue un lindo espectáculo por el color tan lindo del cielo, además de lo grande que eras patio trasero, más que el de su casa en California, aunque de eso hace mucho ya que sus padres se mudaron a Nueva York, dejando la casa de California como un retiro de verano.

- Este cielo es muy hermoso no crees?

- Totalmente, pero tu les ganas a las estrellas.- Merus tomo su mano y le dio un tierno beso, esta se avergonzó por su tierno gesto, por lo que lo abrazo contra su pecho con una gran sonrisa.

- Merus eres lo mejor que me pasó, desde la primera vez que te conocí en el parque, no dejaste de maravillarme.- este se sonrojo por su confesión, sin embargo le vino una gran duda después de repetirla en su cabeza.

- Umm.. te refieres en "persona" no? Ya son tres meses de conocernos.- esta se alarmó en cuanto lo escuchó pero rápidamente se corrigió.

- Claro, en persona, porque en mensajes ya tenemos recorrido, jeje.- soltó una risa que trataba de no parecer nerviosa.

- Eso no te lo niego. Entramos?.- le extendió la mano para que entraran, este le pidió que se adelantará ya que deseaba ver un poco más las estrellas. Este acepto y fue primero a la casa, en cuanto se alejó Megan fue al borde de la vaya dónde estaba Hellen, se encontró con su cabello en la esquina de la valla que daba la calle, entonces está con su tacón empujó para tratar de subir la valla sin romperla, en cuanto lo logró puedo hacer un espacio para que pudiera entrar, Hellen al escuchar el ruido volteó y pudo comprobar que Megan logró hacerlo verifico un momento el espacio perfectamente entraba en el agujero, además su amiga en señas le indicó que se diera prisa, esta le levanto el pulgar en respuesta. Megan se fue corriendo a la casa, ahí encontró a Merus preparando un juego de mesa pero ya no estaba su padre.

Según el planDonde viven las historias. Descúbrelo ahora