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Dai terminaba de organizar sus papeles además de las pruebas escritas de las últimas dos semanas las cuales iba a entregar el día de mañana, mientras lo hacía su celular sonó por lo que lo tomó para fijarse quién era resultando ser Hether.

- Hello.

- Hi babe! What are you doing now? .- Dai se quedo un momento pensativo, aquel apodó lo dejo confuso.- Dai? Estas ahí?

- Si, lo siento... me quedé pensativo por ese "babe"

- Ah.... lo siento, te molesta que te llame así?.- bajó su tono en la otra línea temiendo a ver incomodado a Dai.

- No exactamente, solo creo que es demasiado para nuestra edad. Pero si deseas puedes llamarme así no impor..

- Como quisieras que me dirija a ti?.- lo sorprendió su pregunta no lo pensó antes, estaba bien si seguían con sus nombres, pero a lo mejor ella lo veía de otra forma.

- Umm... Siendo sincero no lo imaginé, no se me pasó llamarte a ti por un apodo, me gusta tu nombre.- al decir eso pudo escuchar de la otra línea un suspiro notable, solo se limitó a sonreir.

- Entiendo... entonces, si estás de acuerdo, puedes decirme "cariño" y yo a ti "querido" cuando estemos solos.- lo pensó un momento, siendo sincero no sentía nada atípico al ser llamado de esa forma.

- No veo problema alguno, adelante.

- Dai *tose*... querido, tienes planes para esta noche?

- No, pensaba estar en casa.- entendiendo al instante lo que quería proponerle se adelantó hacerlo él.- Te gustaría cenar conmigo?

- Oye, se supone que yo iba a proponértelo.- puso un puchero por haber sido adelantada.- Pero, acepto tu propuesta.

- Gracias por el honor. ¿Que te parece en  L'Espalier?.- Hether abre los ojos al escuchar el nombre del restaurante el mismo en el que lo dejó plantado pensó que seguiría molesto por eso.

- Dai... yo

- No me malinterpretes Hether, solo deseo tener esa cena que no pudimos, no me importa la razón del por qué no se pudo en esa ocasión. Ahora que mejor que ir pero ya no solo como amigos.- sus palabras hicieron que su corazón se acelerara, como fue que tardo tanto en hacerlo su novio.

- Claro, me encantaría querido.

- En hora buena, te voy a recoger en media hora, te parece bien?

- Ehh... si!.- no puede ser iba a ir a buscarla.- te espero.

Colgó llamada de inmediato y se tito en su cama con el rostro ruborizado, a pesar de no ser tan "apasiado" su sola actitud caballerosa le derretía por dentro, era un hombre increíble, por lo que iba a cuidarlo el resto de su vida, no pensaba ni pensará en otro que no fuera el, pero por ahora se concentraría en su presente juntos. Se puso de pie y fue a arreglarse ya se había tomado 10 minutos para reflexionar, así que tenía que ser lo más concisa posible para no hacerlo esperar cuando llegara. Revisó en su armario el mejor vestido para esa noche, entonces vio el vestido de tubo negro que se había puesto en esa primera vez pero lo descarto enseguida, aún le traía malos recuerdos verlo, así que pensó en el azul marino con escote en V. Era bonito, elegante y sexy así que estaría perfecto para la ocasión, entonces fue a bañarse poniendo su alarma para no pasarse del tiempo que se había preestablecido.

...

Dai terminó de ponerse su traje azul oscuro, era la primera vez que se quedaba mirando al espejo, no pensaba en mucho detalle cuando se alistaba para un evento, ahora era diferente estaba yendo a cenar con su "novia", sonaba inusual  en su cabeza, pero no le molestaba. Termino de arreglar un poco si cabello y salió de la habitación, entonces se encontró con Merus en la sala, a quién rápidamente le explicó dónde iba, Merus asintió entonces ahí siguió su camino a la calle pero Merus lo detuvo un instante, este volteó atento para después ser rociado dos veces en el cuello con una loción que traía Merus, lo detuvo al instante antes que siguiera rociando más al mismo tiempo que le dio una mirada severa a Merus por el atrevimiento.

Según el planDonde viven las historias. Descúbrelo ahora