38

38 3 0
                                    

Acomodaba la mesa con sumo detalle para recibir a Dai en su casa, con ansias esperaba una cena en su hogar, la última vez fue en un restaurante y casi fueron descubiertos pero menos mal controlaron la situación, aunque fue Dai quien se mostró más tranquilo. Mientras ponía los platos pensaba en esa noche, en especial en esa estudiante. Hellen Moretti, una joven que llego a ser muy cercana a Dai, ella pudo notarlo además de lo comentado por él en una ocasión. Esa joven antes le causaba una sensación extraña, esto porque dedujo tenia sentimientos por Hederson, sin embargo ahora que supo tenía novio, ya no sabía que pensar. No le disgustaba, solo eran "celos" por llamarlo así, ahora no tenía porque sentirlos, Dai la habia elegido a ella, eso debia ser suficiente para aplacar su "inquietud" sobre esa joven. Lo pensaba demasiado, puede que solo estuviera sintiendo celos nuevamente, así que agito la cabeza para dejar de girar en sus sentimiento del pasado. Ella estaba con Dai y la señorita Moretti con su pareja, todo lo anterior que penso sobre ella no tenía sentido ahora.

Suspiró profundo sintiéndose tonta por haber tenido celos de una jovencita, vaya que su amor fue y es demasido fuerte por Dai, no tenía porque verla de esa forma, no había ya motivos. Se avergonzó al recordar cuando le dijo que Dai la había invitado a cenar, cuando fue al revés, enserio que fue una...*Ella sabía que iría a cenar con él* ese pensamiento resonó en su cabeza, se detuvo un momento con el vaso en mano, recreando lo sucedido en su fallida primera cita, recordó a la ciclista que la seguía de cerca. De mediana estatura con una gorra negra en una bicicleta morada.

Se incorporo al escuchar el timbre de la entrada, rápidamente puso en la vaso en mesa y con rápidos arreglos en su cabello fue a abrirla. Se encontró del otro lado al hombre a quién tanto esperaba, este la saludó con un beso dulce a lo que esta no se negó. Dai se adentro a la casa para después ser abrazado por Hether. 

- Te extrañe mucho Dai.- susurro en su oido y lo llamo a sentarse, siendo ella la primera en hacerlo, Dai por su parte se quedó un momento de pie parpadeando confuso. Aquel susurro se habia sentido raro, pero lo dejo de lado para acompañarla en la mesa.
Volteo para verla y se sentó al frente con un gesto dulce. Esta le devolvió la mirada con un rostro adquiriendo más color.

- Como estuvo tu dia?

- Todo tranquilo como es costumbre, lo único que cambió es que apenas cruzamos miradas.- esta se sonrojo más con esa confesión, volteando la vista a otro lado.

- Ah... si, verás fue un día ocupado, pero te llamé así que no estuvimos tan alejados.

- Es verdad, aún así parece que me extrañaste.

- Ehh... bueno si lo hice.- lo miro de reojo con un gesto indeciso.- tu igual?

- Así es, de repente en ocasiones siento que no respiro si no te observo siquiera un poco.- Hether abrió los ojos de sorpresa por aquella confusión tan "poética" y abstracta, algo tan lejano a la figura de Hederson, alguien tan objetivo y sin mucho sentimentalismo.
Dai pestañeo despacio dándose cuanta de la "cursilería" que soltó, ya no era un jovencito para ese tipo de declaraciones, sintiéndose un poco preocupado de haber incomodado a Hether, levanto la mirada pero lo único que encontró fue su rostro sonrojado incrédulo.

- Hether?

- Ah... si... voy a servir la cena.- se levanto un poco tope y volteo a la cocina a traer la lasaña que preparo.

- Dejame ayudarte.- se levantó para seguirla ya que dedujo que su comentario le había dejado en medio shock.

...

Merus miraba a la ventana mientras hablaba con su novia por teléfono, al mismo tiempo pensaba en que hace un buen tiempo que no se veían en persona, aquello Megan también lo había notado así que se lo menciono.

Según el planDonde viven las historias. Descúbrelo ahora