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Wilson se quedó boquiabierto ante la declaración de su colega, él sabía que era estricto y firme en seguir las normas, pero no sabía que tanto. Dai no entendió de que impresionarse, el hecho de que nunca hubiera consumido drogas de forma recreativa no era algo fuera de lo común.

- Me sorprendes Hederson, en especial por tu origen inglés, las drogas ahí son ilegales pero es suficiente motivo de curiosidad para muchos jóvenes en probarla.

- Bueno, no estoy incluido en ese "grupo" de jóvenes.- iba a retirarse a almorzar, pero Wilson lo detuvo un momento.

- Hederson! .- Dai lo miro de perfil.

- Dígame?

- Por favor, hehehe.- puso su mano en su codo y lo miró con una sonrisa amable levantando breve su bigote.- No le comentes a nadie, sobre lo que le mostré no me gustaría escándalos por nada.

- Habla del cannabis?

- Si, pero no lo digas muy fuerte, por favor confío en tu discreción.- Dai quito suavemente la mano de Wilson de su codo y lo miró serio, aunque fuera legal su uso recreativo en Massachusetts se sentía incomodó por el asunto.

- No suelo ser muy conversador.- Se volteó y se fue del baño dejando a Wilson con extrañeza, no le dio una respuesta directa tampoco que iba a contarlo, así que no sabía que esperar ahora, al parecer no había sido buena idea haberle mostrado cigarrillos de cannabis. En ese momento recordó que mencionó a tres estudiantes fumando en el baño, así que se dirigió a el y miró en el cesto concluyendo que esos cigarros eran de marihuana. *Sería problemático dejarlos ahí* pensó para después sacar su pañuelo y recoger los restos para después llevárselos consigo y botarlos en otra parte.

Dai estaba decepcionado, pero no tanto con Wilson sino con su actitud hacia aquellos estudiantes que experimentan con drogas sin medir las consecuencias que pueden traer a su vida aunque ya fueron "adultos legales", ahora se quedo con más dudas ya que no revisó de que eran los cigarros, sin embargo no iba a volver para averiguarlo, había una posibilidad de que Wilson se los hubiera llevado ya a al rector, bueno esperaba que lo hiciera.

Miro su celular mientras iba a su oficina teniendo un mensaje de Merus que le avisaba que no iría a trabajar ese día entonces llegaría antes a casa, este le respondió y guardo el celular en su bolsillo, entonces al volver la mirada se encontró con su colega Hether esperando de pie en la puerta de su oficina a lo que este le saludó.

- Buen día Ford.

- Hola Dai, podemos dejar las formalidades un momento?.- este estaba un poco confundido por su repentina actitud, parecía nerviosa.

- Claro, no veo porque no.- entro a su oficina y Hether le siguió por detrás.- ¿Me estabas buscando Hether?

- Si, quería de decirte algo Dai o más bien hacerte una invitación.- no dejaba de mover sus manos mientras hablaba, era muy notorios sus nervios.

- ¿De que se trata?

- Yo...- respiro hondo y soltó la voz lo más que pudo para que no se le hiciere un nudo en la garganta y lo soltó sin más.- Te gustaría cenar conmigo esta noche?

- ...- se quedó mudo un momento, nunca pensó que se tardaría tanto en decírselo, supuso que por el tono de la invitación no se trataba de trabajo igual quiso estar seguro.- ¿Una cena de trabajo?

- No ...algo más personal, no tenemos porque hablar de trabajo. ¿Qué dices?

- Eh... esta bien.

- Bien si no quieres por mi esta... espera, dijiste que si?

- Claro, no hay problema.- Hether estaba muy feliz tanto que casi se abalanza para abrazarlo pero este se encogió en su silla, entonces se abstuvo de hacerlo y  recupero su pose usual.

Según el planDonde viven las historias. Descúbrelo ahora