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Dai se acomodó el cabello en su escritorio, esa mañana fue agotadora para él. En principio por lo de su hijo Whis y por lo extraña que estaba la señorita Moretti, esto porque en cuanto llego al salón no le quito la mirada en ningún momento, esto le confundió a tal punto que se acerco a preguntarle si necesitaba algo, pero esta solo negó la cabeza sin entender decidió ignorar su conducta "inhabitual". En fin, ya había terminado el día así que tomo su maleta y salió de su oficina encontrándose con Hether, este le sonrió a lo que ella le devolvió la sonrisa, entonces ambos caminaron hasta el estacionamiento sin decir una palabras. En cuanto salieron, esta lo llevo a una esquina, este confundido se resigno a seguirla. Llegaron a un rincón el cual era un punto ciego para las cámaras cosa que confundía mucho a Dai, no entendía a que se debía esa actitud suya. El espacio era un poco reducido por lo que este quedo contra la pared mientras ella estaba en frente suyo, este solo parpadeo tratando de analizar sus motivos para traerlo a ese lugar, así que él primero rompió el silencio.

- ¿Qué pasa Hether?.

- Quería disculparme por ... no dejar que te vayas temprano con tu hijo.- hice un puchero mientras miraba a otro lado, pero Dai solo atino a soltar una breve risa.

- Era eso? No te preocupes, las cosas salieron mejor de lo que imagine.- sonrió como solía hacerlo mostrando que no estaba enojado o disgustado por su actitud de la noche anterior.

- En serio? Me alegro, ojalá pronto pueda conocerlo.

- Si, en algún momento.- Hether se sentía más tranquila ahora, pero no dejaba de pensar que en algún momento tendría que, de alguna forma, agradarle a sus hijos o al menos darles una buena impresión. Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando sintió la mano de Dai en su cintura y la otra en su mano izquierda que se apoyaba en el muro de esa esquina.- Hether ya tenemos que irnos. ¿Podrías moverte?

- Ah? ...si claro.- iba a moverse pero le vino una idea que no la dejo seguir. Dai esperaba que le diera espacio para salir pero en vista que no lo hacia la miro a los ojos, recibiendo de ella una mirada intensa.

- Sabes, nunca me puse a pensar en la diferencia de altura, pero justo ahora me dan ganas de...

- Hether, por favor muévete.- esta parpadeo dos veces sintiendo vergüenza por el rechazo de Dai, que ni siquiera se sintió como tal por su sonrisa natural.

- Si.

- Gracias.- esta salió de esa esquina junto a Hether quién no de quitaba la vergüenza por ponerse coqueta en una situación como esa, en especial porque Dai era ajena a ese tipo de cosas, su forma de el era más sutil y menos pretencioso. Dai miraba de reojo hacia atrás notando el estado de Hether que iba cinco pasos detrás, este solo atino a sonreír burlesco ya que no pensó que esta se pondría así por detenerla de lo que pensaba hacer, pero era necesario, no era el momento ni el lugar.

Ambos se despidieron y subieron a su respectivos vehículos. Hether miro de reojo a Dai quien acomodó el espejo retrovisor para después salir primero del estacionamiento. Ahora sola se golpeo la cara con ambas manos sintiendo su rostro arder. *Hether que pretendías hacer en ese rincón, I'm a perverted. If I am for wanting to bite him*. Pensó mientras se cubría la cara con el volante del coche.
Mientras Hether tenía el rostro en el volante se topo de reojo con Wilson, quien salía rápido del lugar, esta notó algo peculiar en él, parecía angustiado y a la vez enojado.

Wilson no se percato que Hether estaba ahí por lo que sintió la libertad de maldecir en voz alta. La razón, había recibido otra nota con el mismo mensaje, "busca un siquiatra o estudia para ser uno". Eso último le había cabreado bastante, no solo por la insinuación también por el hecho que en cualquier momento su secreto sería revelado, no podía dejar que esto siguiera pero no sabía como encontrar a la persona que le estaba enviando estas cartas.

Según el planDonde viven las historias. Descúbrelo ahora