24. Aida

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Despertar a su lado fue lo mejor que me pudo haber pasado, después de los meses de mierda que tuve y que me los había provocado mi ex, sobre todo él.

No me gusta hacer comparaciones, pero Lucia sin ser nada mío, solo una amiga reciente, me había hecho sentir tan querida... se preocupaba por mi en cada momento y su manera de ser conmigo era tan educada, tan romántica.... sin hacer que yo me sintiera incomoda o mal. Al contrario del gilipollas de Alex, solo pensaba en él y sus redes sociales. Ni una cuota de romanticismo o cariño hacia mi persona, solo cuando le convenía o quería tener sexo conmigo.

Cuando desperté y me percaté que de nuevo tenía atrapada a Lucia de la cintura, la solté intentando no despertarla. No me di ni cuenta que mi mirada se quedo pegada en esa chica tan guapa, que dormía plácidamente sin hacer el menor ruido. Pude notar su respiración tan calmada, su carita brillaba... parecía de porcelana, esas pestañas largas y tan ordenadas una al lado de otra. Esos labios color rosado, esa boquita del tamaño perfecto para su carita. La perfección en persona, fue lo único que pensé en ese momento.

De repente veo que abre sus ojos y me mira algo extrañada, por lo que me pongo muy nerviosa. Pensara que soy una sicopata o algo parecido. Después de darme su "Buenos días" , yo intento no ser tan obvia que mi corazón esta latiendo a mil y que estoy ruborizada, ella intenta calmarme acariciandome la mejilla... eso lo empeora.

Una vez que se levanta para ir al baño, aprovecho de seguir su consejo y llamo a mi madre.

- AIDA GRANADO REDRUEJO!!!.- Cuando mi madre me llamaba por mi nombre y ambas apellidos era por que esta enojada o tomada de los nervios.
- Madre linda y hermosa, Buenos días.
- ¿Dónde estas? - si, esta enojada.
- En casa se mi amiga Lucia. Ayer se nos hizo tarde y ella me invitó a quedarme en su casa, no quería que manejara sola a esas horas y por la distancia enorme además.
- Menos mal alguien piensa correctamente las cosas. Dale mis saludos y gracias. Esas amiga si que valen oro Aida. - Me dice mi madre por el movil.
- Si la conocieras, es hermosa, cariñosa, educada, me respeta a cada momento y siempre toma mi parecer en todo, incluso para entregarme halagos.
- Hay hija, acuérdate que solo es tu amiga.
- ¿Por qué dices eso? Claro que se que solo es mi amiga.- le digo a mi madre levantando un poco la voz.
- Te conozco hija, naciste de mi. Te espero a la noche, estoy segura que esa mujer tan amable que tienes como amiga, te secuestrara todo el día Jajaj!.- me lo dice y luego corta sin despedirse.

"Solo es tu amiga". Esa frase que me dijo mi madre me dejó pensando. Lucia solo era mi amiga y la forma en que se comportaba conmigo era la misma forma de ser con sus otras amistades que conocí e incluso con su familia. Sus actos y palabras no eran distintas conmigo.
Pero yo... mi mente y cuerpo la querían y no como una amiga. Y esa forma de actuar conmigo hacía que cayera más profundo en ese mundo llamado Lucia.

Que pretendía haciéndome ilusiones, si lo más probable que mis sentimientos no eran correspondidos. Pero ese sueño... ese sueño que tuve ayer con ella, donde sería suya y ella mía... donde pude sentir sus caricias tan hermosas y tiernas... donde mi boca se apoderó de la de ella... donde casi hacemos el amor. Hay!!! ¿Qué me estas.....

- Colega ¿Estas bien?. - Me dice Lucia. Ni siquiera note que se había sentado a mi lado.

Me puse muy nerviosa y sentía como su presencia me ponía mis mejillas rojas. Al recordar ese sueño y verla luego tan cerca mío me hizo preguntarme si quizás podría leer mi mente y saber lo que pensaba de ella. Aquello logró que más y más me ruborizara.
Menos mal que después de realizarme algunas preguntas a lo que yo seguía contestando que no era nada, ella decidió darme mi espacio. Como dije, Lu es la perfección en persona, me la como.

Coleguis |  Mi corazón azul es tuyo  💙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora