Coleguis | Mi corazón azul es tuyo 💙

69. Lucia

***Capitulo de regalo 💙💙***

Despierto y veo a mis padres frente a mi camilla. Al bajar más la vista, observo las cosas que salen de mi pierna, el terror y la desesperación regresan.

- ¡¡OH NO!! saquen esto de mí por favor, mamá, papá... ayúdenme.- comienzo a tocar los fierros con mi mano temblorosa, al intentar tirar de ellos, siento un dolor enorme que jamas e vivido en mi vida.- ¡¡¡AAAAHHHHH!!!!.- siento como todo mi cuerpo tiembla y de un momento a otro solo veo oscuridad.

~~~~

- Gracias por sanar a mi hijo doctora.- toma al bebé en brazos.
- Aun no soy doctora querida, soy estudiante en práctica.- poso mis manos en su espalda.
- Entonces, será la mejor doctora. Que Dios me la bendiga y la guíe para curar a más personas.
- Gracias y tu pequeñín cuídate mucho. - Deposito un beso en la frente del pequeño.

~~~~

Escucho la voz de mis hermanas y poco a poco abro los ojos.

- Luci, que bueno... estás bien, estas despierta.- me dice Sofi y me abraza tiernamente mientras mi otra hermana mira perpleja desde la puerta.
- Gabi.
- L...Lu... Joder.- sus ojos se cristalizan y se lleva las manos a la boca.- Que... que... joder... es...
- Horrible, lo se... por favor ayúdenme, necesito sacarme esto, Sofi, Gabi... ayúdenme.
- Tranquila Luci, ya pasará es para que tus huesitos peguen cariño.- Cuki deposita un beso tierno en mi frente.
- No puedo... no quiero... es... es lo peor... sáquenme esto... retírenme esto por favor.

Comienzo a gritar y la Enfermera junto con 2 personas más entran y sujetan mi brazo ya que quería intentar sacarme esas cosas de nuevo. Agarran con un cinturón acolchado mi brazo y mi pierna sana, generando más miedo y alteración en mi.

No sé cuanto tiempo estuve gritando e intentando soltarme. Entraban y salían personas, no me dejaban sola.

Cuando moví como pude mi unico brazo suelto que tenía enyesado, un chico vestido de blanco me detuvo y llamo a la Enfermera. Leila entró con otro hombre más y entre los tres intentaron sujetarme e inyectarme cosas.

- ¡¡¡NOOOOOO!!! ¡¡¡SUÉLTENME, SUÉLTENME!!! SÁQUENME ESTO.

Siento que mi corazón se acelera y una corriente pasa por todo mi cuerpo. Mis ojos comienzan a buscar algo, mejor dicho a alguien.

"Aida".

La veo parada en la puerta de mi habitación, el amor de mi vida.

- Aidi, amor... por favor has que me saquen esto.
- Lucia.- se acerca a mi y toma mi rostro con ambas manos.- Debes escucharme Lucia, tranquila es por tu bien ¿Recuerdas? Lo necesitas para que tu Fémur sane. Esos fierros estarán un tiempo y después te lo van a retirar, uno por uno. Debes aguantar, se que es fuerte ver eso salir de tu pierna, pero es necesario Lucia. El dolor aveces es necesario para lograr algo bueno.

Sus palabras me dan tranquilidad, calma ante esta desesperación. Permito que me administren medicamentos y poco más. Cuándo quedamos solas, le pido un beso, necesito sentir sus labios, su piel, su aroma, su todo. Pero, me niega su boca, ni siquiera vuelve a mirarme, me habla sin conectar sus bellos ojos con los míos, su tono suena tan distante, tan frío... ¿Por qué Aida?.

Cruzo mis brazos y la miro muy molesta, sin darme cuenta me duermo.

Al despertar, veo que está sentada a mi lado en un sillón. Tiene los ojos cerrados y la boca ligeramente abierta. Duerme.